El Gobierno prohíbe la libre circulación para contener la propagación del coronavirus

AMPLIACIÓN | Pedro Sánchez anuncia que el estado de alarma entra en vigor este mismo sábado y el Gobierno será la única autoridad en materia de Defensa, Interior, Sanidad y Transportes

Alfonso Martínez / Cristina Centeno
14/03/2020
 Actualizado a 14/03/2020
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Siete horas y media de reunión para concretar las medidas que implica la declaración de alarma en el conjunto del país durante los próximos 15 días a fin de frenar la propagación de la pandemia de coronavirus.

La comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se retrasó en varias ocasiones y se produjo finalmente pasadas las nueve de la noche. Además de la complejidad de las decisiones adoptadas, lo cierto es que el desencuentro entre PSOE y Podemos sobre las medidas económicas fue la principal causa de tal demora. De hecho, esas medidas quedaron sobre la mesa y serán aprobadas en el Consejo de Ministros del próximo martes.

Sánchez inició su intervención reconociendo la «emergencia de salud pública» que vive nuestro país, que ha derivado en una crisis «sanitaria económica y social» que se va a afrontar «desde la excelencia y el rigor científico» y con los recursos económicos, materiales y humanos suficientes.

Al margen de las medidas económicas, que se aprobarán el martes y que se dirigirán al apoyo a los autónomos, a las familias y los colectivos más vulnerables, a la flexibilización de las regulaciones temporales de empleo (Ertes) con motivo de la crisis del coronavirus, a la liquidez de las empresas y a la investigación de las vacunas.

En este sentido, afirmó que se prevé un «impacto de envergadura» en la economía española debido a la crisis del coronavirus, si bien aseguró que el Gobierno hará «todo lo que esté en su mano» para amortiguar los efectos económicos y sociales. «Ahora mismo el escenario es muy cambiante, pero es evidente que el impacto económico va a ser grande», admitió Sánchez antes de referirse a las previsiones de los distintos organismos internacionales.

No obstante, el presidente aseguró que el Gobierno no va a abstraerse ni a eludir su responsabilidad, ya que, según reconoció, «mucha gente» va a verse «desgraciadamente» damnificada por las medidas para frenar la propagación del virus y para defender «lo más importante», la salud pública.

Al margen de esto, las medidas que entraron en vigor anoche con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) implican la declaración del estado de alarma que afecta al todo el territorio 15 días que serían prorrogables tras la autorización del Congreso de los Diputados (cabe recordar que el PP ya ha confirmado que apoyará la medida en caso de que la pandemia no se haya mitigado). A partir de ahora, la actualidad competente en todo el territorio será el presidente del Gobierno de España. Además, los ministerios de Defensa, Interior, Sanidad y Transportes se encargarán de implementar todas las medidas incluidas en la declaración de alarma en aras a «garantizar la salud de los españoles». El resto de las administraciones mantendrán las competencias en la gestión ordinaria de los servicios, pero siempre ciñéndose a los acuerdos que adopten las autoridades competentes.

En este sentido, los integrantes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos estarán bajo las órdenes del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. Lo mismo ocurre con los servicios de Emergencias y Protección Civil del conjunto del país. Las Fuerzas Armadas también van a estar a disposición de la implementación de todas las medidas incluidas en la declaración del estado de alarma.

Durante la vigencia del mismo, y esta es la principal medida aprobada este sábado, es que las personas solo podrán circular por la vía pública para la adquisición de alimentos y de, productos farmacéuticos y de primera necesidad. Podrán además desplazarse a su lugar de trabajo a centros sanitarios, a entidades financieras o a lugares en los que deban cuidar a personas mayores, menores o dependientes. El regreso a sus domicilios será el último movimiento que los ciudadanos podrán hacer en las calles. Serán en todo caso desplazamientos individuales y la estancia en los lugares de destino será la «estrictamente imprescindible» para llevar a cabo los objetivos autorizados. También se permitirá el uso de los vehículos particulares para estos desplazamientos y para repostar en las estaciones de servicio.

En el ámbito educativo, queda suspendida toda la actividad presencian en todas las etapas. Durante el periodo de suspensión, solo se pueden mantener las modalidades a distancia u online siempre que resulte posible.

Queda suspendida toda actividad comercial excepto la de los establecimientos dirigidos a la venta de productos alimenticios, prensa, combustibles, ópticas, peluquerías, estancos, tiendas de animales, ortopedias y productos de equipos tecnológicos... Sánchez hizo especial hincapié en que la permanencia de los establecimientos permitidos deberá ser la estrictamente necesaria, quedando suspendido el consumo en los propios establecimientos y garantizándose en todo caso la distancia mínima de un metro con el resto de los presentes con el fin de prevenir los contagios de coronavirus.

Otra de las medidas implica la suspensión de la apertura al público de todo tipo de recintos de cultura y ocio. Cafeterías y restaurantes estarán también cerrados al público, aunque podrán prestar servicios de entrega a domicilio.

Mientras, la asistencia a los lugares de culto y las ceremonias civiles y religiosas se podrán llevar a cabo solo si no suponen una aglomeración de personas y en las mismas se puede garantizar esa misma distancia de seguridad.

El Consejo de Ministros también sirvió para aprobar medidas adicionales dirigidas a fortalecer el sistema de salud. Las administraciones públicas autonómicas y locales pasarán a estar bajo el mando del Ministerio de Sanidad. Medios sanitarios civiles y militares, públicos y privados, serán puestos a disposición del ministro de Sanidad, Salvador Illa, será él que decida sobre su uso.

Mientras, en cuanto al suministro de bienes, el ministro de Sanidad podrá intervenir y ocupar transitoriamente industrias (incluidos centros de sanidad privada) para garantizar los suministros.

Por su parte, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, queda habilitado para adoptar los acuerdos necesario para garantizar la movilidad necesaria para garantizar los abastecimientos de productos de primera necesidad y la prestación de los servicios sanitarios, además de los desplazamientos autorizados en el marco del estado de alarma. Concretamente, se mantiene el 100% del transporte de mercancías y transporte público de cercanías, mientras que se reducen a la mitad los servicios ferroviarios de media distancia y los servicios regulares de transporte por carretera y marítimo.

Sánchez hizo especial hincapié también en que el Gobierno garantiza el suministro de alimentos y de todo tipo de productos energéticos, como luz, gas y carburantes de todo tipo. Todas las infraestructuras críticas adoptarán las medidas necesarias ello.

Por último, Sánchez llamó a la «unidad» de todas las fuerzas políticas y de la sociedad, con especial atención a las comunidades autónomas. «El virus no distingue de territorios, ni de colores políticos», advirtió. Frenar la curva de contagio será más fácil «juntos», aseguró. «Esta vez es importante no equivocarnos, porque es un enemigo de todos y debemos combatirlo unidos», continuó. El objetivo es «reducir su propagación, después de detenerla para, más tarde, eliminarla».

"La victoria, una vacuna"

«La victoria será total cuando encontremos una vacuna», explica el presidente. «Debemos actuar con unidad, responsabilidad y disciplina social», llama. También pide que se paralice la propagación del «pánico». «Mañana esto habrá pasado porque hoy estamos actuando coordinados, unidos y con la máxima eficacia», explicó. Cuando pase «volveremos a las calles y a la rutina de nuestros puestos de trabajo, llevaremos a nuestros hijos al parque y nos enfrentaremos a la segunda fase que es la de vuelta a la normalidad».

«Vayamos todos a una», insistió el presidente del Gobierno. «Más extraordinario aún es nuestro país», celebró. Además, pidió finalmente especial cuidado con los mayores, el colectivo más vulnerable para hacer frente a este «enemigo».
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