El fiscal insiste en que las tres imputadas por el crimen Carrasco siguieron un plan

La instrucción del caso Carrasco se acerca a su fase final, si bien se dilatará todavía más de lo previsto dada la solicitud de nuevas diligencias por parte de las defensas y con cinco días por delante –a partir del lunes– para que cualquiera de las partes puedan demandar nuevas pruebas. Este viernes, además de la comparecencia de la Ley de Jurado en presencia de las tres imputadas por el crimen, Montserrat González, Triana Martínez y Raquel Gago que, por primera vez desde la tarde del suceso, volvieron a verse las caras, prestaba declaración la jefa de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la Policía Nacional de León, testifical solicitada por la defensa de las dos principales implicadas, madre e hija.

El objetivo era tratar de reforzar la teoría que sostiene la representación legal de estas dos mujeres que aseguran que fueron «engañadas» por los dos agentes de Burgos desplazados a la capital leonesa tras el crimen para que confesaran. La jefa de la Udev no admitió engaños, pero sí habría reconocido que ella no habría actuado así.

Eso en relación a la declaración de Montserrat y Triana la tarde del 13 de mayo en la Comisaría de León, donde juntaron a ambas detenidas «por humanidad» declararon en su día los agentes de Burgos sin que estuviera presente su abogado y sin intención, dijeron, de tomarles declaración.

También aludió en su declaración la jefa de la unidad policial al chivatazo que los propios agentes burgaleses sugirieron que podría haberse producido a Raquel Gago cuando se conoció que el arma estaba en manos de un policía por lo que pudieron escuchar a Triana decirle entre dientes a su madre. Según ha podido saber este medio dijo que, que se produjera un chivatazo, era totalmente imposible por cuestión de tiempos, pues el ‘descuido’ de Triana y la llamada de Gago para comunicar que había encontrado un bolso con el arma en su coche fue casi simultáneo.

El letrado de Raquel Gago, Fermín Guerrero, interrogado por los medios de comunicación al término de la sesión de ayer se refería a la declaración de la jefa de la Udev indicando que sus palabras iban en la línea que mantiene la defensa, «que la declaración de Raquel es coherente, ella no va a decir que es inocente, eso nos corresponde a nosotros, pero bueno, fue ella la que decidió que quedara en libertad tras declarar policialmente; le pareció tan coherente y lógico lo que hizo Raquel que ella fue la que decidió que quedara en libertad y que compareciera voluntariamente en el Juzgado». Esta comparecencia se producía tres días después de la aparición del arma y la jueza consideró pertinente enviarla a prisión provisional donde permanece a día de hoy.

Tras alrededor de una hora de declaración de la jefa de la Udev entraban en sala las tres imputadas, todas ellas con semblante de preocupación y sin mirarse unas a otras. De hecho, Montserrat no habría levantado apenas la mirada del suelo, es más, ni siquiera se quitó el gorro azul celeste con el que entró en los Juzgados, gesto que sí tuvo Triana, que se destapó la cabeza que llevaba cubierta por un gorro marrón.

No se concretaron penas ni delitos, pero en Ministerio Público sí que ratificó la imputación de las tres mujeres y sostuvo que entiende que existió un plan preconcebido por parte de todas ellas.

Iniciados los trámites para el procedimiento del Tribunal del Jurado el lunes se abre un plazo de cinco días para que las partes puedan presentar, si así lo desean, la práctica de más diligencias que la jueza decidirá si admite o no. Ayer en sala la defensa de Montserrat y Triana avanzó que tiene previsto pedir alguna prueba más. El que ya lo había hecho tras ver rechazada la solicitud de libertad de su representada fue el abogado de Raquel Gago, que pedía una nueva declaración de la agente para aclarar la información referente a las llamadas y posicionamientos que se le atribuyen; la declaración del perito de parte; de las dos forenses que emitieron el informe de Gago; un careo entre estos tres últimos; la declaración de los autores del informe policial de posicionamiento de los teléfonos, y la declaración de compañeros de Raquel que habrían conocido sus ‘bloqueos’ y que estuvieron con ella los días previos al suceso. De momento la jueza ha dado curso ya a algunas de las mismas.