El botillo más cultural conquista la capital

Es el embutido rey, un símbolo que ha traspasado las frontes del Bierzo y es capaz de unir culturalmente a toda una provincia. Ya hace mucho tiempo que el botillo dejó de ser una tradición de la comarca y se convirtió en uno de los platos más singulares de la gastronomía nacional, un tesoro del que presumir y que exaltar.

Tras un mes de febrero en el que todos los rincones del Bierzo le rindieron pleitesía, ayer fue el turno de la Casa de León en Madrid, que celebró la 72ª edición de su Festival del Botillo, una edición en el que se difuminaron las fronteras entre gastronomía, folklore y cultura.

Este año la institución decidió elegir como mantenedor al bibliófilo Antonio Ovalle, depositario de la mayor parte de los fondos del ‘Templum Libri’, la biblioteca templaria de Ponferrada.

Gracias a Ovalle, la comarca cuenta en la actualidad con algunos de los facsímiles de códices medievales más singulares del mundo y se encargó de recordar que el botillo es un legado cultural tan preciado como cualquiera de las millares de páginas de las que se compone su colección.

Esta edición también sirvió para realizar un reconocimiento público que tampoco se olvidó de los lazos entre la cultura y el campo en el Bierzo. El escritor y periodista Valentín Carrera, colaborador habitual de La Nueva Crónica, fue homenajeado por su capacidad para «llevar el Bierzo más allá de las fronteras de España», entre otras cosas, por su labor como cronista en la Expedición a la Antártida que tuvo lugar el año pasado.

La Casa de León también ensalzó la figura de Raúl Pérez, considerado uno de los mejores enólogos a nivel mundial y un promotor incansable de las virtudes de la comarca y sus caldos.