Así lo explica su responsable técnico, Elena Vuelta, que especifica que un Establecimiento de Tejidos como el que tiene la Clínica San Francisco es "un conjunto de equipos que generan frío",y donde se pueden encontrar diferentes muestras.
Se hace una revisión del proceso de donación, del historial clínico, de los agentes biológicos, porque no queremos que los pacientes que van a recibir el trasplante puedan sufrir ninguna reacción adversa Vuelta apunta que el Banco da cobertura a "todos los centros de implante con la autorización sanitaria oportuna", lo que supone que se ofrecen tejidos para "toda Castilla y León, y si en el resto de territorios hay alguno que lo necesita y está aquí, también se le hace llegar". En total, son 82 centros de implante, a los que se añaden 12 de obtención de donaciones, cuyas muestras llegan al Banco pero son allí tratadas para que se puedan conservar en condiciones.
Según los datos recogidos por la Organización Nacional de Trasplantes, hasta 2014 se procesaron cerca de 20.000 muestras. La mayoría, de tejido osteotendinoso, un total de 10.715, mientras que en segundo lugar se almacenaron 3.489 de córneas, seguidos por 1.223 de membrana amniótica, 171 de tejido cardiovascular y 37 de piel.
"Actualmente hay alrededor de 1.200 tejidos;algunos son muy demandados, como los derivados del sistema musculoesquelético", resalta la responsable del centro, que recalca que no todas las muestras son de ese tipo, ya que suele haber de todos para que así la oferta del Banco sea más completa y se pueda cumplir con las necesidades demandadas.
Las instalaciones
El centro está compuesto por varias salas, la mayoría asépticas para que se puedan tratar los tejidos una vez que llegan al centro, en especial la de procesamiento. Pero la zona más importante es la que contiene los equipos de frío. En ella hay tres ultracongeladores, uno de ellos a -80 grados y otros dos a -40 grados; un tanque de nitrógeno de -145 grados y otros dos refrigeradores de 4 grados.
Según detalla Vuelta, el proceso de almacenamiento y tratamiento de las muestras "es diferente en función de cada tejido". "Lo que sí define es que son procesos que requieren un elevado control. Por una parte, se hace una revisión del proceso de donación, del historial clínico, de los agentes biológicos, porque no queremos que los pacientes que van a recibir el trasplante puedan sufrir ninguna reacción adversa, como hepatitis B", detalla. "Luego nosotros hacemos una analítica adicional", añade la responsable técnico del centro, que recalca que todo el proceso "es aséptico" para evitar contaminaciones de los tejidos o "infecciones no deseadas que produzcan una reacción adversa".
Otro aspecto a tener en cuenta es la caducidad de las muestras. "Depende del tipo de tejido, porque la especificación de condiciones de almacenamiento puede variar», resalta Vuelta, para la que "en términos generales, la mayoría de tejidos puede estar almacenada unos cinco años", aunque "la tasa de implante es tan elevada que nunca se llega al máximo de almacenamiento", de ahí que nunca se haya tenido que eliminar ninguna muestra.