El Ayuntamiento hace visible la colección de lápidas romanas para que puedan visitarse

La administración, a partir de una subvención del ILC, instalará un sistema de almacenamiento que dará visibilidad a este patrimonio

Patricia Ferrero
01/10/2016
 Actualizado a 17/09/2019
Fragmento de una lápida del Museo.
Fragmento de una lápida del Museo.
El Ayuntamiento de Astorga descubre la colección de lápidas epigráficas romanas –hasta ahora guardadas en un almacén municipal– a través de la instalación de un sistema de almacenamiento que dará visibilidad a este patrimonio funerario, además de ofrecer la posibilidad de convertirlo en un lugar visitable para especialistas e investigadores.

Se trata de colocar las piezas, la mayoría de gran porte, sobre unos soportes de madera que actúan a modo de atriles. De esta forma, se dará cobertura a la solicitud de una comisión de expertos que están realizando una revisión del Corpus Inscriptiones Latinarum (CIL), a nivel de toda Europa.

Para cumplir este objetivo, el Ayuntamiento ha solicitado al Instituto Leonés de Cultura (Diputación de León) la subvención para la Mejora y Equipamiento de Instalaciones Culturales y Museos, institución que ha concedido la cantidad de 4.884 € para financiar el coste total, que asciende a 10.175 €.

La historia de la colección epigráfica asturicense –de la que también forman parte aquellas que son propiedad del Obispado– comenzó cuando el Ayuntamiento de Astorga decidió, hacia mediados del siglo XIX, habilitó como jardín público un espacio situado en el ángulo sudoccidental del recinto amurallado, denominado como ‘La Sinagoga’. Éste se cerró y se pusieron a ambos lados de la puerta de acceso, cuantas inscripciones se habían recogido, hasta entonces, en las dependencias municipales. De esta manera, permanecieron allí desde la inauguración del jardín, en 1840, hasta que en 1901 se llevaron de nuevo al Ayuntamiento, pues la intemperie las estaba dañando seriamente. Posteriormente se trasladaron al Palacio Episcopal.

La colección –compuesta por 36 lápidas, a las que se suman las que forman parte de la exposición permanente del Museo Romano– se mantuvo en el Museo de los Caminos hasta 2002, que fue cuando se llevaron a un almacén municipal. En fechas próximas, la ciudad contará con un almacén visitable que albergará esta colección, considerada la más importante del noroeste de la Península Ibérica.
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