El asesino de la peregrina le cortó las manos para ocultar pruebas

Sospechan que lo hiciera para eliminar posibles restos biológicos que podrían haber quedado en las uñas de la víctima durante una hipotética pelea

L.N.C.
17/09/2015
 Actualizado a 01/09/2019
Casa prefabricada en la que vivía el asesino confeso de Denise. | DANIEL MARTÍN
Casa prefabricada en la que vivía el asesino confeso de Denise. | DANIEL MARTÍN
Miguel Ángel M.B., el presunto asesino de Denise Pikka Thiem, la peregrina estadounidense que desapareció el pasado 5 de abril en Astorga, le habría cortado las manos y un brazo para dificultar su identificación.

Los investigadores tratan de localizar las manos de la víctima en la finca en la que fue hallada el pasado viernes 11 de septiembre tras la detención del principal sospechoso, que ha confesado el crimen y que el martes ingresó en prisión tras participar en la reconstrucción del mismo. Según fuentes de la investigación recogidas por Efe, el presunto asesino no ha ofrecido ninguna información sobre el paradero de los miembros que amputó a la mujer.

Los investigadores trabajan con la hipótesis de que le cortara las manos para dificultar las pesquisas de los expertos forenses y para eliminar posibles restos biológicos del asesino que podrían haber quedado en las uñas de la víctima durante una hipotética pelea. La autopsia practicada al cadáver hallado el pasado viernes en León ha revelado que es el de la peregrina estadounidense, que presentaba un fuerte golpe en la cabeza, que podría haberle causado la muerte. Al tiempo, quedan por cotejar las muestras de ADN enviadas por la familia de la mujer desde Estados Unidos y comprobar si coinciden con los restos biológicos hallados en una sierra en casa del supuesto homicida.

Muñoz Blas supuestamente cargó con el cuerpo de Thiem, ya sin vida, durante dos horas por el monte después de golpearla hasta que la enterró, según relataba su abogado, Vicente Prieto. «Una vez que llegó a la conclusión de que estaba muerta, la trasladó por un paraje inhóspito durante más de dos horas y la enterró. Esa es una zona con muchos agujeros debido a la presencia de jabalíes». Esta es la versión que le ha trasladado su cliente y es el relato que mantuvo el martes ante los agentes de la Policía Nacional que le acompañaron en la reconstrucción de los hechos que encargó la juez de Astorga que instruye la causa.

Según su versión, la mujer «pasó por allí perdida, le pidió ayuda para encontrar el camino y él le indicó dónde estaba el camino, pero le dijo que si la podía acompañar. En un momento determinado ella se puso nerviosa, a él le dio una ofuscación o no sabemos bien qué y le golpeó en la cabeza».
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