El agujero que han dejado las tormentas en el campo leonés

El granizo no perdonó este lunes por la tarde causando importantes destrozos en varias zonas de la provincia, desde los Oteros al Páramo y desde Valderas a la Cepeda

T. Giganto
09/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Pedrisco de gran tamaño en Santa Cristina de Valmadrigal, granizo acumulado en el Páramo y maíces mermados por el efecto de la piedra. | L.N.C. / JESÚS G.G.
Pedrisco de gran tamaño en Santa Cristina de Valmadrigal, granizo acumulado en el Páramo y maíces mermados por el efecto de la piedra. | L.N.C. / JESÚS G.G.
Los tractores en la nave y el agricultor mirando al cielo. Así estaban este martes en el sur de León a la espera de que no vuelvan las temidas tormentas, esas que donde llegaron acompañadas de granizo hicieron trizas a los campos de cultivo. Las intensas precipitaciones han obligado a parar el riego por unos días y también frenan las tareas de cosecha del cereal que se están llevando a cabo. Hay mucha humedad en las fincas y toca esperar para poder meter en ellas las máquinas. Esto en el mejor de los casos porque en el peor ya no queda nada que cosechar. El secano de municipios como Matadeón de los Oteros o Matanza quedó esquilmado con el granizo. Igual quedó el maíz de agricultores de Zuares del Páramo o Villar del Yermo. Entre Santa María del Páramo y Villamañán, el granizo arrasó y los pluviómetros recogieron hasta 100 litros de agua por metros cuadrado en apenas unas pocas horas. La comarca de la Cepeda también sufrió las inclemencias del tiempo y en la zona de Valderas el granizo también dejó su impronta en el campo. Aunque los daños son visibles, "aún es pronto para calcular las pérdidas", reconocen algunos agricultores del sur de la provincia.

Matías Llorente, del sindicato Ugal-UPA, explicó este martes que estos daños se traducirán a la hora de recoger la producción, que "irremediablemente se verá afectada" aunque reconoció que en el caso del maíz "que aún está empezando a espigarse" puede recuperarse la planta "en buena medida".

Juancho Rodríguez, de la UCCL, aseguró que en la comarca del Páramo llegaron a caer hasta 100 litros de agua por metro cuadrado con mucho granizo. Esto afectó en esta zona al maíz, pero también a la alubia "que ya es irrecuperable" y a la remolacha. Rodríguez puso también el foco en la colza que iba a segarse en breve y de la que se perdió todo el grano. "La piedra, de más de 3 centímetros, ha llegado a romper hasta las cabezas de los girasoles", lamentó. "No podemos olvidar que hace un par de semanas cayeron 30 litros y luego vino la ola de calor. A esto deben sumarse dos nuevas adversidades climatológicas, lluvia torrencial y granizo, que han dañado seriamente los cultivos sumiendo en la perplejidad a los agricultores que van viendo cómo semana tras semana se van al traste sus expectativas de cosecha", afirmó el responsable de la UCCL en León. Desde la Unión de Campesinos aprovecharon para pedir a Agroseguro que valore estos siniestros "de la forma más ágil posible" y también para poner de manifiesto las "deficiencias detectadas en la reconcentración de la zona, pues aunque se instalaron los desagües de las fincas, el agua corre de finca en finca siguiendo el cauce natural, es decir, hacía las zonas bajas y no vierte al desagüe".
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