Ecologistas se opone a la macrogranja de Valderrey

Ecologistas en Acción se opone al proyecto de la macrogranja de pollos que prevén establecer en Valderrey, sumándose así a las más de 500 firmas recaudadas hasta el momento en la plataforma Change.org, y a las críticas de los vecinos del municipio de la comarca de La Sequeda, que ya han tomado cartas en el asunto para, al menos, dar visibilidad a la situación.

De esta manera, el colectivo ecologista ha explicado, a través de un comunicado, que presentará alegaciones al estudio de impacto ambiental (EIA)de la explotación avícola de carne, 70.000 plazas de pollos de engorde; expediente que se encuentra a disposición pública a través de la web de la Junta de Castilla y León. La asociación aprovecha este proyecto, «primera fase de otro más amplio, según consta en el EIA», para volver a denunciar la situación «descontrolada de la ganadería industrial en la provincia de León, donde la cabaña ganadera intensiva está creciendo de manera exponencial». Asimismo, vuelve a solicitar públicamente a la Administración Autonómica, «una moratoria que reordene el sector y frene la proliferación de estas explotaciones,que no deberían obtenerdeclaración de impacto ambiental favorable,por los graves problemas que ocasionan en el mundo rural, el medio ambiente y la salud de las personas».

Aseguran que su puesta en marcha supondrá más emisiones, contaminación del agua y más despoblación  Para Ecologistas en Acción, la puesta en marcha de este tipo de explotaciones industriales generan un gran impacto ambiental, que va desde las emisiones a la atmósfera, aludiendo a que «la ganadería es responsable del 67 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola, que es ya el cuarto principal emisor de España después del transporte, la industria y la producción de electricidad», hasta la contaminación del agua, «debido a la gestión deficiente del estiércol que, usado como fertilizante, contamina los terrenos de cultivo ylas aguas (superficiales y subterráneas) con nitratos, metales pesados, … y restos de antibióticos y otros fármacos,que se administran preventivamente a los animales». Además, aseguran que la Junta «no dispone de mecanismos de control suficientes para vigilar la gestión de estos residuos, pero siguen autorizando estos macroproyectos». Ecologistas informa de que «en el caso de la macrogranja de Valderrey la gallinaza se esparcirá en fincas de San Cristobal de la Polantera, Soto de la Vega y Riego de la Vega; localidades que ya están tocadas por los nitratos, habiendo, en anteriores ocasiones, incluso que cortar el agua.

Por último, el colectivo también augura un problema mayor de despoblación, al igual que también lo denunciaron los vecinos conocedores de este proyecto, porque estas macrogranjas están «sustituyendo a las pequeñas y medianas explotaciones, siendo la ruina de muchas de ellas».

Por todo ello, Ecologistas en Acción anima a la comarca de La Sequeda,y a los pueblos del Órbigo que sufren cortes de agua, a colaborar con la plataforma Valderrey Pueblo Unido, recogiendo firmas y presentando alegaciones en defensa de sus pueblos y de un mundo rural vivo». También invitan al alcalde de Valderrey, Gaspar Cuervo,a «escuchar a sus vecinos y permitir al Ayuntamiento en Pleno presentaralegaciones que desautoricen un proyecto del que solo se benefician sus promotores».