Diez toma posesión: "Tiendo la mano para trabajar juntos"

AMPLIACIÓN | José Antonio Diez, reelegido como alcalde en minoría y dependiendo de la UPL, apela la unidad para "hacer de León una ciudad de oportunidades" en su segundo mandato

Alfonso Martínez y David Iglesias
07/07/2023
 Actualizado a 07/07/2023
José Antonio Diez recibe el bastón de mando de manos de José Antonio Cabañeros. | MAURICIO PEÑA
José Antonio Diez recibe el bastón de mando de manos de José Antonio Cabañeros. | MAURICIO PEÑA
"Hace cuatro años les prometí dedicación plena y creo que nadie dude ya de que me he dejado la piel por nuestra ciudad. Conocedor ahora sí del duro trabajo que me resta, que nos resta, vuelvo a incidir como hice en 2019 en que hoy mismo comenzaremos, seguiremos, en ese apasionante trabajo. Con fuerza, dedicación, honestidad e ilusión, para hacer una ciudad mejor, una ciudad de la que todos nos sintamos orgullosos y partícipes".

Con esta frase cerró este viernes el reelegido alcalde de León, José Antonio Diez, el primer discurso de su segundo mandato al frente del Ayuntamiento, en el que –tal y como estaba previsto– seguirá dependiendo de la UPL para gobernar. Se cumplió el guión escrito y todos los concejales apoyaron a sus respectivos candidatos y esto hizo que el candidato del PSOE se convirtiera automáticamente de nuevo en alcalde como número uno de la lista más votada en las elecciones municipales celebradas el pasado 28 de mayo.

La sesión plenaria que sirvió para constituir la nueva Corporación Municipal del Ayuntamiento de León se celebró por vez primera fuera de San Marcelo y se trasladó al Aula Magna San Isidoro del Albéitar, donde tiene su sede el Rectorado de la Universidad de León por motivos de aforo, climatización, seguridad, transparencia y participación de los ciudadanos en la vida pública.

En cualquier caso, dicha sesión se celebró sin que se haya resuelto de manera definitiva el recurso presentado por Vox que hizo que se retrasase en el calendario con respecto al resto de municipios de la provincia, que ya habían elegido a sus alcaldes o alcaldesas el pasado 17 de junio (aunque con la excepción también de Villablino).

El Tribunal Constitucional no se ha pronunciado aún sobre si admite o no el recurso de la candidatura liderada por Blanca Herreros, que pelea por la validez de 477 papeletas anuladas debido a que –por un error de imprenta– incluían únicamente el nombre de 25 candidatos y no de los 27 que se requieren en el caso de la ciudad de León. En el improbable caso de que se el recurso fuese admitido a trámite y de que el Constitucional diese la razón a Vox, el PSOE perdería un concejal en favor de esta formación y se quedaría en diez, pero lo cierto es que en nada cambiaría el equilibrio de fuerzas en el Ayuntamiento de León.

Es por eso que el mandato ya ha echado a andar tras una sesión plenaria en la que –tras constituirse la Mesa de Edad, formada por José Antonio Cabañeros, Camino Orejas y la secretaria general, Carmen Jaén– juraron o prometieron su cargo los 27 concejales elegidos por los leoneses en las urnas el pasado 28 de mayo. Con crucifijo o sin él en función de la decisión de cada edil y con el juramento por la autonomía de la Región Leonesa de los de la UPL como aplaudida anécdota, la constitución de la Corporación Municipal dio paso a la elección del alcalde en urna cerrada.

A expensas del citado recurso ante el Tribunal Constitucional, los once concejales del PSOE, los nueve del PP, los cinco de la UPL y los dos de Vox fueron depositando las papeletas para apoyar a sus candidatos, lo que llevó a la proclamación como alcalde de Diez en medio de una ovación en el que no faltaron proclamas y alguna pancarta en favor de la autonomía del País Leonés. Posteriormente, Diez recibió la banda, la medalla, la insignia y el bastón de mando de manos de Cabañeros como presidente de la Mesa de Edad. Y luego fue el nuevo alcalde el encargado de imponer los atributos al resto de sus compañeros antes de pronunciar su primer discurso del nuevo mandato.

Discurso que Diez dedicó en sus primeros impases a «las víctimas sanitarias y económicas» de la pandemia de la Covid-19 y en el que hubo palabras para la reivindicación leonesista, a la que apeló de forma indirecta al afirmar que defenderá «todos nuestros derechos,nuestra identidad, nuestra capacidad de gestión y de decisión». En esa defensa, el alcalde ya proclamado aseguró que alzará la voz y llegará «hasta donde haya que llegar».

Unas palabras de investidura que se extendieron 18 minutos en los que Diez repasó los retos que afrontará durante los próximos cuatro años, como la mejora de los servicios municipales, «llegando a todos los barrios» o la construcción de una ciudad que cumpla con los objetivos de la Agenda 2030: una ciudad «más accesible, sostenible, igualitaria y justa».

«Tiendo la mano para trabajar juntos, porque los leoneses no entenderían nunca que no trabajásemos juntos por una ciudad mejor», apuntó Diez, en referencia a los concejales electos «independientemente de su partido político», pero también tendió la misma mano a la Universidad de León, a la que calificó como «socio preferente», así como a todas las instituciones, asociaciones y colectivos «que trabajan para hacer de León una ciudad de oportunidades». No tuvo tan buenos términos para dirigirse a aquellos a los que no nombró «que solo buscan la noticia negativa y la crítica por la crítica».

Diez, que se volvió a mostrar como el alcalde «de todos los leoneses y de todas», se emocionó hasta el punto de encontrar la voz a duras penas, al agradecer a su familia su apoyo «y el tiempo robado» por su actividad pública. Un segundo mandato de continuación en el que Diez pide una «mayor participación de los vecinos» para «sacar orgullo de ciudad» y en el que se propone «potenciar un turismo de calidad, así como el idioma que nos une a millones de personas». La cultura volverá a ser «eje fundamental» del mandato en el que Diez perseguirá la promoción de los creadores leoneses.

Tras levantarse la sesión los 27 nuevos concejales del Ayuntamiento de León posaron para la tradicional foto de familia, que por vez primera no se hizo en las escaleras de San Marcelo, sino en el Aula Magna del Albéitar.

La reelección de Diez como alcalde llega después de que, en realidad, apenas haya habido negociaciones serias a la hora de buscar alternativas al esquema que ya tuvo durante el anterior mandato el Ayuntamiento de León, es decir, con un equipo de gobierno en minoría que en las decisiones clave tenía que negociar el apoyo de la UPL.

Pese a obtener el tercer mejor resultado de la historia del PSOE en la ciudad de León, Diez mostró públicamente su deseo de que los leonesistas dejasen de estar en la oposición y entrasen a formar parte de su equipo de gobierno, pero en ningún momento pareció que Eduardo López Sendino estuviera muy por la labor. A sabiendas de que en la UPL confluyen votantes de izquierda y de derechas y con el recuerdo de lo ocurrido entre 2007 y 2011 (cuando la coalición con el PSOE les supuso un duro revés electoral), los leonesistas han preferido seguir en la comodidad de la oposición, buscando acuerdos puntuales con el equipo de gobierno en asuntos de relevancia como las inversiones de los presupuestos municipales y pudiendo hacer pinza con la oposición en caso de que algo no les convenza.

Pero más allá de que Diez ganase las elecciones, la UPL habría podido ayudar a que el PP alcanzase la mayoría absoluta sumando sus cinco ediles a los nueve que logró Margarita Torre pese a cosechar el peor resultado de la historia del PP en la ciudad de León. Sin embargo, tampoco estas negociaciones estuvieron marcadas por la intensidad, ya que se limitaron a una propuesta de alternancia en la Alcaldía (dos años del PP y dos años de la UPL) que la cúpula de los populares no veía con buenos ojos y que los leonesistas rechazaron.

Más allá del argumento general de la transversalidad de sus votantes, fuentes de UPL aseguran que el principal problema a la hora de llegar a un acuerdo con el PP –o al menos de intentarlo– fue precisamente la candidata, que ha tenido una fuerte contestación interna incluso dentro de su partido y que protagonizó más de una espantada y tuvo que ser desautorizada por sus superiores en el proceso de elaboración de su lista.

En definitiva, pese a la retahíla de declaraciones públicas y comunicados de las últimas semanas, la sesión de este viernes sirvió únicamente para que ocurriera lo que el sentido común venía diciendo que ocurriría desde el mismo día en el que los leoneses otorgaron a Diez su segunda victoria electoral.
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