Este mismo martes se daba a conocer que la empresa canadiense Pan Global ha reanudado los sondeos en el ‘Proyecto Cármenes’, 100% propiedad de la compañía, y que en la fase 2 se han planificado cuatro sondeos de seguimiento del prometedor descubrimiento de oro detectado en las perforaciones de la fase 1 en el objetivo ‘Providencia’. El proyecto Cármenes, en el municipio del mismo nombre, comprende cinco permisos de investigación que abarcan 5.653 hectáreas. La zona del proyecto es muy prometedora para múltiples cuerpos o «agrupaciones» de mineralización de cobre, níquel, cobalto y oro de tipo «pipa de brecha» alojada en carbonatos. La zona incluye las antiguas minas Profunda y Providencia, que estuvieron en funcionamiento hasta la década de 1930 y producían concentrados de cobre y cobalto con níquel.
Sin embargo, no todo parecen ser buenas noticias, y es que una ganadería asentada en la localidad de Villanueva de Pontedo, en el municipio de Cármenes, alerta «varias incidencias observadas recientemente en relación con los trabajos de la empresa minera Pan Global Resources» afectan la localidad.
A través de un comunicado remitido a La Nueva Crónica apuntan que «están realizando sondeos por encima del nivel freático y, como consecuencia, ya se han secado dos fuentes de agua en la zona. Además, las balsas de decantación de lodos no están correctamente instaladas ni gestionadas, lo que ha provocado filtraciones al arroyo. Estas balsas carecen de medidas de seguridad adecuadas a su alrededor, aumentando el riesgo de que algún animal caiga en ellas».
Por otro lado, continúan argumentando que «el acceso al camino público ha sido cerrado con una cancilla y candado, lo que impide la entrada en caso de incendio o si algún ganadero necesita bajar animales a sus prados, aún siendo estos de su propiedad. Durante el verano, han continuado trabajando con maquinaria pesada sin respetar las restricciones establecidas por peligro de incendios. Como resultado, el camino ha sufrido daños importantes y se han cortado varios piornos que han quedado secos al borde del camino, incrementando el riesgo de fuego».
Finalmente, lamentan que, hasta el momento, no se haya tomado medida alguna «a pesar de haber trasladado estos hechos al Ayuntamiento, la Guardia Civil y Seprona», indicando que «somos la única ganadería del pueblo y sentimos que la situación está poniendo en peligro nuestro modo de vida y el entorno en el que trabajamos».