Delibes también es leonés

Luis Fernández, de 87 años, reescribe una y otra vez las páginas de 'El camino' desde su escritorio en Cea

V.S.V.
29/08/2021
 Actualizado a 29/08/2021
Luis Fernández escribiendo en su cuaderno páginas de 'El camino'. | L.N.C.
Luis Fernández escribiendo en su cuaderno páginas de 'El camino'. | L.N.C.
En el mundo distópico de 'Fahrenheit 451' cada miembro de la disidencia aprende de memoria un libro con el objetivo de que no sea enterrado en el olvido de las llamas. Si Luis Fernández, vecino de Cea, fuera un personaje de la novela de Ray Bradbury sin duda sería el encargado de mantener vivas las palabras de 'El camino', de Miguel Delibes. Y es que este leonés de 87 años reescribe una y otra vez la obra maestra del escritor vallisoletano.

"Aunque a veces me da por cambiar algo", Luis copia letra por letra las andanzas de Daniel, 'el Mochuelo', Roque, 'el Moñigo' o Germán, 'el Tiñoso'. Unos personajes que son parte del patrimonio literario universal y protagonistas de una España rural que Luis todavía tiene muy presente. Después de trabajar hasta su jubilación en el campo y dedicarse también a la ganadería, ahora se define como "un paisano de Cea, de los de toda la vida", al tiempo que cuida de sus gallinas y reescribe una y otra vez 'El camino', en un ejercicio que ya ha repetido en más de cinco ocasiones.

La tarea de copiar la obra de Delibes viene muy bien a la memoria de Luis y la compagina con otras, como la de pintar mandalas. "Sobre todo, escribí y pinté mucho cuando, con la pandemia, no se podía salir", indica este leonés que cumplió 87 años esta semana.

Copiando los libros de su sobrina


Aunque siente especial predilección por la pluma de Delibes, Luis también transcribe otras obras. Entre ellas las de su sobrina, Andrea Valbuena, una escritora de 29 años que ha publicado tres libros de prosa poética y cuenta con una legión de más de 40.000 seguidores en 'Instagram'. "Los de Andrea, como son más cortos, pues aguanto más escribiéndolos", apunta el orgulloso tío.

Precisamente, Luis ha pasado estas semanas con su sobrina Andrea quien, entre recitales de poesía, nunca deja de visitar su pueblo en verano. También conduciendo, "normalmente hasta Sahagún", puesto que a pesar de su avanzada edad intenta mantener lo máximo posible la actividad.

Con una minúscula letra cursiva, juntando bien los renglones y aprovechando al máximo todos los márgenes de su cuaderno, Luis demuestra que Delibes también era y es leonés, que sus historias pudieron y pueden pasar lo mismo en el anónimo pueblo de 'El camino' que en Cea. Una carismática manera de corroborar ese dogma de que la literatura no es más que contar una y otra vez las mismas tramas. Reescribirlas. De una forma distinta o, como sucede en la literatura de Luis, de una forma idéntica.
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