Las grandes compañías aéreas como Ryanair o Iberia seleccionan pilotos formados en distintas escuelas como la que opera en el aeródromo leonés de Los Oteros, Flybay, que tiene una de sus dos bases de trabajo en la localidad leonesa de Pajares de Los Oteros. Actualmente, una veintena de alumnos, la mayoría (un 70% aproximadamente) extranjeros, reciben formación teórica y práctica en estas instalaciones de 225.000 metros cuadrados que aprovechan la ubicación privilegiada de este enclave leonés en cuestión de altura, viento y llanura.
En octubre de 2015 se inauguraba el que se convertía entonces en el aeródromo deportivo más grande de España, con una inversión de 3,5 millones y la creación de más de 30 empleos. Además, según destacaban ya entonces los promotores del proyecto, por superficie, longitud de la pista y vuelo visual nocturno es el mayor aeródromo privado de uso público de toda España.
Desde entonces, la empresa Flybai –autorizada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa)– estableció aquí un segundo centro de operaciones (el otro lo tienen en el Aeropuerto de Bilbao - Loiu). En el Aeródromo Los Oteros, Flybai, en colaboración con la Universidad de León, ofrece cursos integrados de Piloto Transporte Línea Aérea (ATPL) con el objetivo de alcanzar el nivel de competencia necesario para permitir al alumno operar como copiloto en aviones multimotor multipiloto en transporte aéreo comercial. En total, 14 asignaturas en 750 horas teóricas, además de 195 horas de vuelo. Esto en el aeródromo, porque el curso MMC (de 15 horas con simulador) se desarrollará en breve en las instalaciones de la Universidad de León, en la capital, según indicaba el jefe de enseñanza de la escuela de Flybai en Los Oteros, Manuel Puente.
El aeródromo Los Oteros se construía con la vocación de convertirse en uno de los más grandes, el tercero del país tras Cuatro Vientos y Sabadell, como así hizo. Situado en el término municipal de Pajares de Los Oteros, a escasos cinco kilómetros de Valencia de Don Juan y a 25 minutos de la capital leonesa, tiene una franja acondicionada para el vuelo de 80 por 1.287 metros que acoge una pista de asfalto de 23 por 1.210 metros, la más grande de los aeródromos privados españoles.
Ocupa una parcela vallada de 225.000 metros cuadrados de los que, la mitad, están reservados para hangares y servicios. En total, cuatro hangares con capacidad para 240 aeronaves; 2.250 metros cuadrados dedicados a mantenimiento; 1.500 a escuela de vuelo; parking para 300 vehículos; helipuerto; 1.200 metros cuadrados para una terminal en la que, además de la torre de control, hay cuatro aulas con capacidad para 120 alumnos, y una nave especial cedida a la Universidad para el desarrollo de tecnologías relacionadas con el mundo de los drones. Además, dispone de una zona ajardinada con una gran piscina con forma de avioneta. La principal novedad del campo es que cuenta con una pista con iluminación nocturna que se puede activar con radiofrecuencia y que permite el VFR nocturno.
Además de a la escuela de pilotos Flybai, el aérdromo –cuya gerencia ostenta actualmente José María Fernández Ares– presta servicio a propietarios particulares, a la empresa de paracaidismo Skydive León (el único centro de paracaidismo permanente autorizado en el noroeste de España) y da cobijo a la instrucción del único Grupo de Obtención por Sistemas Aéreos del Ejército de Tierra español, el Grosa IV/1.
Del cielo de León, a sobrevolar el mundo
En el aeródromo de Los Oteros se forman los futuros pilotos de compañías como Ryanair
30/11/2016
Actualizado a
18/09/2019

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