El inicio del declive
Es por eso que hace a continuación un análisis sobre la situación de la provincia, cuyo declive comienza a su juicio con el cierre de empresas emblemáticas. «Elosúa, Everest, Caja España, la minería del carbón... Recuperar toda esa actividad económica hacia otras tendencias es muy complicado y no se hace ni en un día, ni en un mes, ni en un año. León se está convirtiendo en una ciudad de servicios, que es lo fuerte, aunque también tenemos que saber aprovechar dos sectores muy punteros, como el tecnológico y el farmacéutico, y el empuje que está teniendo la zona de Villadangos», asevera el decano del Colegio Oficial de Titulares Mercantiles de León.Estamos peleando por el 'Estatuto del Asesor' y que así se elimine el intrusismo que hay en esta profesiónDefiende además que los servicios no generan los niveles de empleo que podría generar una gran industria. «Lo que sería sustancial es que viniera una empresa con 300 o 400 empleos directos, porque eso genera cuatro veces más de forma indirecta», explica antes de defender que las primeras soluciones han de buscarse en casa. «Tenemos que quitar ese concepto de lamentarnos e implantar el de luchar por nuestro futuro. Tenemos que buscarlo nosotros. Nadie nos lo va a traer a casa. Las instituciones tienen que apoyar esa búsqueda con buenas infraestructuras y con facilidades. No se puede estar esperando equis meses por una licencia para abrir un negocio. La tardanza en un acto administrativo no puede demorar la actividad económica. Hay que facilitar eso, pero el resto, la inversión, la tenemos que hacer los empresarios y los profesionales. Somos los que tenemos que tirar de ese carro. Y es algo que tenemos que transmitir a la sociedad leonesa. Hay que abandonar el lamento e ir a la lucha», sentencia.
En este sentido, Jarrín recuerda por ejemplo la figura del empresario Marcelino Elosúa, de quien destaca su «valentía y su visión de futuro. «León tenía la mayor empresa de aceite del país pese a no tener ni un olivo. Luchemos por lo mismo, vayamos a eso, luchemos cada día por el futuro. Si no, esto se nos va de las manos. Es muy bonito ver lleno el AVE los viernes y los domingos. ¿Por qué? Porque se van nuestros jóvenes y nuestros menos jóvenes, muchos de los cuales han tenido que buscar su futuro en otra parte. Solo vienen de fin de semana. Pero de fin de semana tiene que venir el turista porque le digamos que se come muy bien y tiene unos paisajes y unos monumentos preciosos, nadie más», defiende.