
«La final fue muy intensa, el primer punto lo ganamos. Después empatamos el segundo y ahí ya no había corazón y si te pinchaban no sangrabas», relata Julián. «Era una tensión terrible», dice. «El perro estaba recuperado, perdimos por mala suerte porque el perro estaba perfecto y así lo demostró en la tercera carrera», recuerda.
Tanto lo de Gregorio como lo de Julián es pasión. El entusiasmo les sale a borbotones hablando de Faruq, que cumplirá tres años el próximo 23 de mayo. Julián, que ha estado codo con codo con el perro antes y durante el campeonato cuenta que «lo más importante es la rutina». Para convertirle en campeón han sido necesarias dos horas de masajes por la mañana, entrenamiento y más masajes por la tarde. También buena alimentación y buen descanso para el galgo como parte de esa receta de éxito que ha puesto al Club El Rebeco de Valderas en lo más alto de la alta competición con galgos.
El Club lleva siete años funcionando y cuenta con una veintena de socios. «Cada año presentamos a los tres perros de los socios que mejores cualidades tengan», explican. El año pasado Faruq participó en el campeonato y quedó fuera de él después de siete liebres corridas y hace dos años fue Romera su perra estrella que llegó a la final provincial. Los galgos pasan antes de llegar a la final por fases previas y en este caso optó a disputar la final tras haber resultado campeón del Grupo Mixto Castilla y León- Madrid. Este macho releva en el trono a Favorita del Maestro y se ha llevado la corbata nacional y la Copa del Rey, convirtiéndose en el tercer perro de Castilla y León que se adjudica el Campeonato de España en los últimos cinco años.
¿Y qué tiene que tener un galgo para competir por la Copa del Rey? «Seleccionamos al mejor, que no es el que más corra sino en el que mejor cualidades veamos como codicia, corazón, resistencia o rapidez de salida». Así eligieron a Faruq y no defraudó. ¿Y el futuro del perro? «Por honra le probaremos el año que viene y si sigue con las mismas cualidades, volverá a competir», explica Julián, quien reconoce que ahora su ilusión es «que los hijos de Faruq sean también campeones». No es el primer triunfador de la familia, que tiene sangre de aquel galgo, Chapapote Chapapote que dio incluso nombre a una operación de la Guardia Civil que permitió a su vez recuperar este animal que había estado robado mucho tiempo y que en marzo de 2013, su propietario legítimo volvía a tenerlo en casa gracias a las pruebas de ADN que documentaron que ese galgo era el suyo, según explican en la Federación Española de Galgos. Sí, de casta le viene al galgo.