Fue durante el siglo XVIcuando el Bierzo empezó a dar los primeros pasos hacia su «institucionalización», empezando con la creación de la propia figura del corregidor, pero también con cierta autonomía fiscal al ser Ponferrada el núcleo receptor de la recaudación de impuestos en la comarca.
Sin embargo, fue tres siglos después cuando la tradición provincialista del Bierzo consiguió reflejarse en la creación de una provincia moderna «con las características de lo que sería hoy una provincia, con su Diputación, sus mismas atribuciones, sus presupuestos», según explicó el también historiador, Miguel José García.
Aquella ‘Provincia del Vierzo’, con capital en Villafranca, y no en Ponferrada como su antecedente moderno, tuvo una vida muy corta y desapareció con el fin del Trienio Liberal. «Fue un siglo convulso, lleno de revoluciones y pronunciamientos», recuerda García, que en cualquier caso cree que aquella institución dejó una «conciencia» que todavía perdura.
De provincia a unidad de gestión
El Bierzo celebró su conciencia histórica en una semana en la que según el consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago Juárez, avanzó que el Consejo Comarcal podría tener la consideración de mancomunidad de interés general dentro de la nueva definición de las Unidades Básicas de Ordenación y Servicios del Territorio.
Aunque todavía no hay ninguna distribución definitiva de estas nuevas unidades de gestión, el vicepresidente del Consejo Comarcal, Iván Alonso, cree que esta nueva consideración supondría que la Junta atendiera la petición de la institución comarcal, que en el año en el que cumple su XXV aniversario sigue teniendo la ampliación de competencias y la independencia presupuestaria entre sus principales objetivos.