Un residente de Rodillazo ha presentado una demanda judicial con el objetivo de recuperar el carácter público del antiguo camino que une esta localidad con Correcillas, una vía de comunicación tradicional cuyo uso quedó interrumpido tras un cambio de propiedad en 2008.
Ese año, la finca Valle del Marqués, situada en Rodillazo (municipio de Cármenes), fue adquirida por Carlos Bigeriego González de Castejón. A partir de entonces se puso fin al acceso libre que, de forma histórica, habían mantenido vecinos y montañeros, un uso que hasta ese momento había coexistido sin conflictos con el aprovechamiento ganadero privado de los pastos. La decisión más controvertida fue el cierre del camino tradicional entre Rodillazo y Correcillas, considerado durante siglos una vía esencial de conexión entre ambos pueblos. La medida provocó numerosas quejas y denuncias ante el juzgado, el Ayuntamiento de Cármenes y la Guardia Civil. En 2012, una marcha reivindicativa convocada por Ecologistas en Acción León fue finalmente suspendida por intervención policial.
A pesar del tiempo transcurrido —diecisiete años— y de la abundante documentación histórica que, según los denunciantes, acredita la titularidad pública del camino desde al menos el siglo XVIII, ninguna administración emprendió acciones legales para su recuperación. Ante esta situación, y amparándose en la normativa que permite a los vecinos actuar en defensa del interés general cuando las entidades locales no lo hacen, un vecino de Rodillazo ha asumido el coste económico de iniciar el procedimiento judicial. Será ahora un juzgado de León el que determine la titularidad del trazado.
El conflicto adquiere especial relevancia en una comarca donde tradicionalmente han predominado las propiedades comunales y el respeto tanto a lo privado como a lo colectivo. De hecho, buena parte del territorio y de los pastos de montaña han sido históricamente de uso comunal. El origen de la actual propiedad del Monte del Marqués se remonta a la desaparición del antiguo núcleo medieval de Sariegos, ubicado en la collada de Santiago, entre Rodillazo y Correcillas, cuyos terrenos comunales conformaban el valle. Durante los conflictos señoriales del siglo XV, estos espacios fueron objeto de disputas y apropiaciones ligadas al control de los recursos comunales.
A lo largo de los siglos, esta situación ha dado lugar a numerosos litigios entre los vecinos y los titulares del monte. En la actualidad, existen procedimientos judiciales abiertos entre el propietario y varias juntas vecinales de la zona, así como con comunidades de propietarios colindantes. También se tramitan en los juzgados denuncias relacionadas con responsables municipales actuales y anteriores del Ayuntamiento de Cármenes. Asimismo, el anterior presidente de la junta vecinal de Correcillas fue querellado por unas declaraciones en las que calificaba el cierre como ilegal, procedimiento que no llegó a resolverse debido a su fallecimiento.
Desde los colectivos vecinales se considera que la falta de actuación institucional ante este cierre resulta incompatible con la tradición histórica de defensa de los bienes comunales en la montaña leonesa. Vinculan además este conflicto con la despoblación progresiva de la zona y con la pérdida de la condición de Entidad Local Menor por parte de Rodillazo, un estatus que el pueblo trata actualmente de recuperar.