En ese sentido, Aparicio reconoció que el cierre de la planta “deja un reguero de situaciones complicadas en la provincia” y provoca un “daño importante”, pero remarcó que “Vestas ha cumplido total y absolutamente con la legalidad”. “Creemos que no podemos hacer nada porque la empresa es libre”, reiteró el presidente de Cecale, que confió en encontrar “algún resquicio para que esa decisión no sea firme”.
“A nadie se le puede obligar a nada, se puede tratar de convencer”, insistió Aparicio, que valoró el trabajo que están llevando a cabo estos días los responsables del Gobierno autonómico que mantienen reuniones en Bruselas con sindicatos y empresa. En la misma línea, mostró su acuerdo con una política consistente en “no favorecer con subvenciones a empresas si se deslocalizan”.
Igualmente, el presidente de Cecale explicó que “a veces nos vamos de sitios donde estamos muy a gusto” y recalcó que “la libertad está por encima de todo”. “Tenemos que buscar soluciones y atraer inversiones que minimicen ese efecto de la mejor manera posible”, explicó Aparicio, que recordó que en Soria, Vestas también anunció un cierre que afectaba a 200 personas y que se revirtió con la creación de 300 nuevos puestos de trabajo.