El cielo de Grajal de Campos, en Tierra de Campos, regaló este jueves un espectáculo digno de ser capturado en fotografía. Durante la caída del sol, tonos rosados y naranjas tiñeron el horizonte mientras dos grandes aves, probablemente buitres, reposaban en la copa de un árbol seco que se alzaba solitario sobre la extensa llanura.
Las imágenes tomadas ese día en Grajal de Campos muestran a estos carroñeros posados en distintos árboles de la zona, recortándose contra un cielo teñido de colores cálidos que transformaban el paisaje abierto en un escenario casi mágico. A medida que avanzaba el atardecer, los buitres fueron ocupando las ramas, sumando un toque singular a un entorno ya de por sí impresionante.
Vecinos y visitantes coinciden en que se trató de uno de los atardeceres más espectaculares de las últimas semanas, donde la luz y la presencia de las aves se combinaron para ofrecer un momento único en Tierra de Campos, que muchos describen como digno de postal.



