Bofetadas de realidad, vidas en los márgenes de la sociedad

La pobreza ya no es solamente mendicidad, hay expulsados a los márgenes de la sociedad, muchos de ellos trabajadores que, cuando se conocen sus historias, son verdaderas bofetadas de realidad

11/05/2025
 Actualizado a 11/05/2025
Una estampa de la nueva pobreza; vecinos de nuestra ciudad, incluso con trabajo, que tienen que recurrir "a lo que sea" para salir adelante. | MAURICIO PEÑA
Una estampa de la nueva pobreza; vecinos de nuestra ciudad, incluso con trabajo, que tienen que recurrir "a lo que sea" para salir adelante. | MAURICIO PEÑA

"Esta leonesa, a la que vamos a llamar Herminia, en la pandemia quedó tocada no solo a nivel de salud física, también en su salud mental, llegando a estar en situación de ‘sin hogar’. Para recuperarla para la sociedad necesita de manera urgente una habitación donde vivir, después va a empezar a hacer un curso para poder volver a trabajar. Llevaba 16 años cotizados y desde el Covid camina sin rumbo, de manera preocupante". Este es el último caso que puso en antena el trabajador de Cáritas, Vicente Guillán, que tiene en la Cadena Ser el programa 'Informe Cáritas', en el que cada jueves solicita ayuda para dos casos (alguna vez tres) que le llegan a su organización. 

Vistos, escuchados, así sueltos nos golpean, nos puede parecer que eso no ocurre, pero acceder a la hemeroteca del espacio e ir escuchando uno por uno —se acercan ya a los dos mil casos— se convierte en una bofetada de realidad, de una realidad que tal vez no imaginamos, como decía aquel consejero que hacía bromas mirando a su alrededor y "no veía a los pobres".

Allí están. En 'Informe Cáritas' (nada sospechosos, imagino, de alarmismo o intereses ocultos), demasiada gente que, insiste Guillán con frecuencia, "a la que han colocado en los bordes de la sociedad, a punto de ser expulsados". Y su trabajo es que no ocurra.

Herminia, con un Covid persistente ¿No íbamos a salir más fuertes y solidarios? ¿No merece el manto de esa sanidad universal?

Pero es que la variedad de casos es abrumadora. Muchos de ellos de trabajadores y trabajadoras, ejemplares muchas veces, a los que no ‘les llega’:
- "Camila tiene 61 años y ha pasado un cáncer y el tratamiento de químio. Con solo 650 euros de ingresos, viviendo de alquiler, no le queda dinero para pagar su tratamiento médico y la necesidad de una alimentación especial". 

Enferma y olvidada, podía ser el titular de su caso.

Los casos de mujeres que tienen que atender a sus hijos, lo que les pone muy difícil poder trabajar a jornadas completas (o con contrato, ésa es otra) se repiten cada semana y deberían hacer reflexionar sobre tantas cosas que no estamos viendo, ahí al lado.

Solo en los últimos programas, sin necesidad de bucear en más allá de unas semanas, se pueden recuperar ejemplos realmente preocupantes:
- Victoria. Con dos hijos a su cargo, trabaja de camarera a media jornada, pues no tiene posibilidad de dejar más tiempo a los hijos. Tiene solicitada una ayuda de emergencia que, si se la conceden, tardará en llegar y tiene que afrontar arreglos en la casa para poder darle una vivienda digna a esos hijos .
- Nina también es una madre con dos hijos a su cargo. El padre de los niños ha protagonizado un abandono de hogar, con problemas anteriores de juego y ludopatía, violencia intrafamiliar… Un verdadero infierno que hace que Nina necesite salir del pueblo en el que vive para poder normalizar mínimamente su vida, pero no tiene medios. Incluso en la casa que quiere alquilar no les preocupa mucho su situación y le piden tres meses de señal, de adelanto. 
- También dos hijos a su cargo y ninguna ayuda tiene Susi, Susi, la cabeza de familia, con dos hijos. Cobra 480 euros como único ingreso y necesita de manera urgente una  ayuda que le permita afrontar deudas y no entrar en una pobreza sobrevenida, de la que se sale muy mal.
- No difiere mucho el caso de Alamaris, Alamaris, una mujer joven sola,  con una niña. Una amiga se ha ofrecido para cuidarle la niña por las tardes para que ella pueda trabajar, pues ya tiene deudas de alquiler y es muy peligroso entrar en esa espiral: pocas diferencias con el caso de Lorena, que también tiene una hija de 7 años, el padre de la niña no le pasa pensión; ella trabaja unos días tres horas por las mañanas y otros dos por las tardes para poder atender a la niña, no le llega y va acumulando deudas, sobre todo en estos meses en los que aumenta el gasto en calefacción.
-El caso de María Cielo también es llamativo. Viven ella, su hermana y dos hijas, una de cada una. Las cuatro en una sola habitación con una cama pequeña. Son empleadas de hogar, cuando una trabaja la otra cuida a las niñas de las dos, pero es urgente que encuentren al menos otra habitación.

Problemas de salud, como el de Herminia con Covid persistente, también son frecuentes. "A Jorge, que es cocinero y tiene 3 hijos, le operaron del corazón y la larga baja hace que le vayan bajando las prestaciones y no puede atender las necesidades de la familia". Eloísa se va arreglando con dos trabajos a media jornada pero la necesidad de una prótesis para su hijo les ha descuadrado la economía. Leopoldina tiene un hijo con un perro de apoyo terapéutico, por salud deben irse a otra ciudad, otro clima y les resulta casi imposible encontrar piso, pagar fianza...  

Así hasta 1.762 en este 'Informe Cáritas' de la Cadena Ser, los jueves, donde van resolviendo vidas, una a una, con la única intención que las cunetas no se llenen también de vivos.

Expulsados a ellas. 

 

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