El acto estuvo arropado por las autoridades municipales, así como por la Asociación de amigos del Camino de Santiago de León Pulchra Leonina y varios pendones del municipio.
Una cruz cercenada a la entrada de la localidad indica el paso de la ruta más antigua del camino de Santiago hasta que Almanzor se vio obligado a desplazarse más al Sur naciendo la conocida ruta francesa.
"Recuperar una tradición con más de diez siglos de historia da valor al trabajo de la Junta Vecinal", explicó el alcalde, Ignacio Robles, que también se mostró sorprendido ante la recuperación de dos monolitos topónimos sobre el Rollo Y la Picota.Al menos hasta mediados del siglo XIX Barrillos fue la Capital de las Arrimadas y por eso en el pueblo radicaba la Justicia y el Ayuntamiento, por lo que conserva cierta configuración feudal, ya que el concejo contaba con leyes exclusivas y costumbres de obligado cumplimiento que permitían tener su propio tribunal conocido como Rolloy su cárcel y derecho de ajusticiamiento, Picota.
Al marco político ya descrito viene a añadirse otra circunstancia: el trazado del‘Viejo Camino de Santiago’ que iba por Álava y Asturias. Esta ruta es anterior (S. IX) a la tradicional calixtina o Camino Francés (S. XII), que sólo pudo ser posible cuando las tierras de toda la cuenca del Duero fueron definitivamente reconquistadas a los árabes.
La Historia nos recuerda que son tres los caminos históricos que pasan por Barrillos. El Viejo Camino de Santiago o camino de la montaña, que desde el siglo IX conducía los peregrinos desde los puertos del Cantábrico o los pasos del Pirineo hasta Compostela. Está en marcha la recuperación de ésta ruta jacobea para señalizarla y divulgarla. El Camino de los Rocines que nacía en el mismo pueblo y llevaba hasta Boñar, que recibió este nombre porque los habitantes de todos éstos pueblos lo utilizaban para llevar a lomo de burro sus productos al mercado o a las ferias y volvían con el suministro de las compras realizadas.Y la Cañada de Merinas, que es la prolongación del Camino de los Rocines y ascendía el cordel de la Varga por donde transitaban los rebaños de merinas que desde Extremadura subían a la montaña en verano. Descendían con los primeros fríos del otoño, cuando tocaba cantar aquello de "ya se van los pastores a la Extremadura"...