El osezno rescatado a finales de julio en la localidad leonesa de Barniedo de la Reina lleva ya desde el pasado mes de noviembre en libertad tras regresar a su hábitat después de más de tres meses en los que ha pasado por un proceso de recuperación en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid y otro de aclimatación en el centro de la Junta de Castilla y León en Valsemana.
El animal, al que se ha nombrado Barniedo, fue puesto en libertad en una zona próxima al entorno donde fue hallado herido, en la montaña leonesa, y evoluciona con total normalidad aunque según reconocen los agentes medioambientales y la 'patrulla oso' de la Fundación Patrimonio Natural pasando 'a saludar' de forma habitual y dejándose fotografiar "como si tuviera un sexto sentido, de vez en cuando se deja fotografiar, como para decirnos “tranquilos, todo bien”.