El Ayuntamiento de León cumple un año más con la tradición social y religiosa del Día de la Inmaculada Concepción, una costumbre arraigada desde mediados del siglo XVII que la ciudad revive cada 8 de diciembre con la visita de la Corporación Municipal al convento de las Madres Concepcionistas y con el posterior rezo y canto de la Salve en la plaza Mayor.
Tras la salida de la Corporación Municipal, presidida por el alcalde José Antonio Diez, del Consistorio de San Marcelo hacia el convento de las Madres Concepcionistas, la comitiva ha asistido un año más a la misa en el Convento. Tras ella, otra tradición. El alcalde de la capital leonesa ha entregado el donativo a las Hermanas Concepcionistas que lo esperaban tras las rejas.

Finalizados los actos en el Convento, la comitiva municipal y el resto de asistentes se trasladaron a la plaza Mayor donde, frente a la hornacina con la imagen de la Virgen situada sobre las escalerillas, volvió a sonar la Salve.
La tradición de la Inmaculada en León
Esta celebración recuerda la devoción mariana que, hoy en día, se ha convertido en una tradición secular iniciada a mediados del siglo XVII. En 1516, Leonor de Quiñones, hija del primer Conde de Luna, creó el convento de las Madres Concepcionistas de León, un palacio que ella heredó de su madre.

En 1656, el Ayuntamiento de León acudió por primera vez al convento de las Concepcionistas, quedando desde entonces institucionalizada esta visita el Día de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre. La visita del Ayuntamiento de León al convento de esta congregación religiosa se ha mantenido año tras año. Solo se suspendió en 2020 debido a las medidas sanitarias adoptadas durante la pandemia de la Covid-19, aunque no por ello faltó el donativo. Este año la Corporación Municipal ha vuelto a cumplir con la tradición de un 8 de diciembre más.