Miriam del Río se ha especializado en el turismo dark (turismo oscuro, negro, del dolor, tanatoturismo...) vinculado a visitas a lugares de muerte o grandes tragedias, tipo Hiroshima, Chernobyl, los campos nazis o el lugar donde asesinaron a John Lennon... Su primer volumen ‘Turismo Dark’ se convirtió en un referente de este tipo de destinos; y animada por la acogida acaba de publicar ‘Turismo Dark 2’, en el que nuevamente ofrece viajes a los cinco continentes y en los que solamente recoge dos en España: el Museo de Carrozas Fúnebres de Barcelona y La celda de las muradas o las emparedadas de Astorga.
Y así, al lado de la lugares como la cueva Actun Tunichil Muknal, en Belice, donde se realizaban sacrificios mayas o el templo de las ratas, plagado de estos animales y al que tienes que entrar descalzo, por citar algunos ‘exóticos’, Miriam del Río reconoce que le llamó especialmente la atención este rincón de Astorga «adosado a la Iglesia de Santa Marta, al lado de la Catedral, con una estancia única con una ventana como única posibilidad de comunicación con el exterior».
Esta celda de las emparedadas y el Museo de las carrozas fúnebres son los únicos destinos en España
Sobre las mujeres que ocuparon estas celdas parece que hay una vertiente religiosa, o mística, en la que había un encierro voluntario y por esa ventana les hacían llegar limosnas y comida, e incluso habría una segunda para seguir los oficios religiosos, pero también pudo ser una ‘celda de castigo’, depende de la época, que podría llegar incluso a la muerte.
No es el trabajo de Miriam del Río para un libro de investigación histórica, sino una especie de guía de turismo a destinos oscuros y, entre ellos, está presente este rincón al que es evidente que solamente asomarse produce la angustia de pensar lo que ocurriría en su interior, bien es cierto que allá por el siglo XVII.