El Foro por la Memoria de León recuerda que San Marcos fue una de las cárceles más sangrientas de la dictadura franquista y debe ser un lugar de la memoria en León para no olvidar los crímenes del fascismo. Por ello, piden al Ayuntamiento de la capital que coloque en su entorno «piedras» que recuerden este pasado. Se trata de adoquines para «tropezar, para toparse con ellos».
Las stolpersteine son pequeños monumentos creados por el alemán Gunter Demnig en memoria de las víctimas del fascismo. Las ‘Stolpersteine’, en su designación en alemán, son pequeños monumentos conmemorativos con los datos de las personas a las que se quiere recordar.
El Foro por la Memoria de León propone al Ayuntamiento que, sumándose a la iniciativa del artista alemán, «cuando en 1990, puso en marcha un proyecto para recordar a las personas deportadas y asesinadas por el régimen nazi, lo traslade también a la plaza delante del Parador de San Marcos en León, que debe ser un Lugar de Memoria, con mayúsculas, en nuestra ciudad, dado que fue uno de los campos de concentración del fascismo más sangriento de la dictadura franquista».
No se debe permitir que se esconda la historia de un edificio en el que sus visitantes deberían conocer para no olvidar los crímenes y la barbarie cometidas en su seno durante la dictadura franquista. Como ha denunciado Emilio Silva, presidente de la ARMH, en San Marcos estuvieron detenidas ilegalmente miles de personas que fueron torturadas, “reeducadas” y asesinadas, mientras que pistoleros falangistas de la provincia de León sacaban de San Marcos a prisioneros republicanos para asesinarlos impunemente.
Este lugar, como ya han reclamado en 2020 el premio Cervantes Antonio Gamoneda, Almudena Grandes, Julio Llamazares, Juan Carlos Mestre, Manuel Rivas, Ismael Serrano, Pilar Bardem, Juan Diego Botto, Olga Rodríguez y un centenar de firmas de la literatura, el arte, la historia y el cine; así como diversas asociaciones y partidos políticos. «Este proyecto de las Stolpersteine es más urgente que nunca, porque lo que estamos viviendo actualmente en Europa es un proceso de involución y negación de la barbarie del fascismo».