La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Astorga y Comarca participará, entre el 25 de diciembre y el 5 de enero, en un viaje cultural a China organizado conjuntamente con el 'Beijing Cultural Center' (BCC), una institución dedicada a dar a conocer el Camino en su país, ayudar a los peregrinos chinos, aportar hospitaleros voluntarios a los albergues del Camino y fomentar el intercambio cultural entre Oriente y Occidente.
El viaje responde a la invitación expresa del ‘Beijing Cultural Center’ y se enmarca en la línea de trabajo internacional que la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Astorga y Comarca viene desarrollando en las últimas décadas, con convenios, encuentros y colaboraciones estables con asociaciones jacobeas de los países más dispares del mundo.
Acciones que han permitido contar en la ciudad con hospitaleros voluntarios, que a su vez atraen peregrinos de esos países, de lugares tan remotos como Japón, Corea del Sur, EE.UU., Canadá, Argentina o de países europeos como Francia, Dinamarca, Alemania, Italia, Hungría, entre otros muchos.
Este encuentro, con la organización más importante de China, se suma pues, a las relaciones internacionales consolidadas que la Asociación de Astorga inició hace décadas. Un trabajo pionero en su tiempo, entre las asociaciones jacobeas españolas, que ha ido dando sus frutos a lo largo de los años.
La invitación del ‘Beijing Cultural Center’ supone, por tanto, «un paso coherente y natural dentro de esta apuesta por situar a Astorga como un nodo activo en la red internacional del Camino de Santiago y de las grandes rutas culturales, basada en el intercambio, la hospitalidad y el conocimiento mutuo», sostienen desde la asociación en un comunicado.
Durante su estancia, la delegación –formada por miembros de la Asociación de Astorga junto a representantes de asociaciones jacobeas de Navarra, y que cuenta con la colaboración de Camino Francés Federación– recorrerá una ruta cultural de más de 3.000 kilómetros, conocida como la Ruta Hispánica de los Ming, que sigue los pasos del jesuita Diego de Pantoja (1571–1618), considerado el primer hispanohablante que se estableció de forma permanente en el Imperio del Centro.