Las máquinas que acabarán con uno de los símbolos actuales del oeste de la ciudad de León ya ‘velan armas’ antes de que comiencen los trabajos para la demolición de la fuente de la glorieta Carlos Pinilla.
Se pondrá fin de esta manera a una estructura levantada hace algo más de 20 años que sustituía a lo que entonces descansaba sobre la rotonda, una estructura de un viejo vagón de mercancías sobre un pequeño tramo de vía que recordaba la importancia del ferrocarril en esta zona de la ciudad. No terminó de convencer el cambio a los vecinos del barrio a pesar de la inversión entonces de más de 200.000 euros en una fuente que más allá de la belleza valorable de su estructura, suponía un alto coste para su mantenimiento y problemas y molestias en, por ejemplo, los días ventosos y al parecer su escasa visibilidad, como demuestra que incluso algún coche acabó dentro de la propia fuente.
En cualquier caso todo ello será ya pasado una vez concluyan las obras para la reforma de la rotonda, que comenzarán con el demolición de la estructura actual, un trabajo complicado ya que exige sacar de la glorieta casi 2.000 metros cuadros de homigón armado a diferentes niveles. Las obras supondrán afectaciones al tráfico en una zona ya muy tensionada, especialmente a la hora de la salida de los colegios ante la confluencia de varios centros educativos en la zona, lo que al menos ante las vacaciones aliviará la situación. La glorieta es el principal punto de acceso hacia San Andrés del Rabanedo al encontrarse aún sin servicio el nuevo vial de San Juan de Dios.
Ya durante la semana se ha procedido a los trabajos previos, relacionados con la maquinaria de funcionamiento de la fuente y el vallado del perímetro. Una retroexcavadora y una trituradora se encargarán a partir de hoy de derribar la estructura, lo que obligará a cortar al menos un carril de la circulación para que puedan acceder los camiones que deberán llevarse el escombro. No acabará ahí su presencia, ya que después habrá que proceder al movimiento de tierras que será la base para la nueva ornamentación de la rotonda. Los sistemas de riego y drenaje de la zona ajardinada supondrá otra parte importante de la intervención, que ya dejará a espacio a la plantación de la vegetación que acompañará a la escultura realizada por el artista leonés Conrado Zurdo Álvarez.
Se trata de una estructura de algo más de 7 metros de alto por 5 de ancho que representa en acero el abrazo entre dos árboles. El precio de esta obra escultórica es de 48.645 euros, que se sumarán a los 93.600 del resto de la intervención y que suponen una de las enmiendas de la Unión del Pueblo Leonés a los presupuestos municipales, curiosamente siendo el propio partido leonesista el promotor de la anterior fuente en 2004.
Además, el propio nombre de la glorieta, uno de los puntos de acceso a la ciudad, ha generado anteriormente polémica ya que varias asociaciones y partidos políticos pidieron que se retirase el nombre de Carlos Pinilla de la misma en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática. Pinilla fue gobernador civil de León durante la dictuadura y acusado de ser el responsable de numerosas depuraciones de cargos públicos y represiones.