Arranca el juicio contra la 'Reina de la Burundanga'

Natalia Torices llegó a la Audiencia Provincial de León entre una gran expectación mediática acusada de estafar 250.000 euros y cinco tentativas de homicidio

Jorge Alonso y Laura Pastoriza / Ical
19/05/2025
 Actualizado a 19/05/2025
https://youtu.be/yX2ZuPCJRao

“Era una más en la familia”. Es la afirmación que repitieron este lunes varios testigos miembros de una misma familia víctima de la conocida como ‘reina de la burundanga’, a la que se juzga desde en la Audiencia Provincial de León por siete delitos de tentativa de homicidio, lesiones, robo con violencia, estafa y falsedad. El padre y una de las hijas sufrieron, presuntamente, intoxicaciones con escopolamina -una él y tres ella- que les provocaron serias consecuencias sin que ellos llegaran a sospechar nada hasta tiempo después. La acusada habría llegado a recibir casi 200.000 euros de esta familia entre 2017 y 2018 para sufragar el tratamiento para un supuesto cáncer y también habría conseguido otros 9.000, mediante el uso de burundanga, de la cuenta bancaria de una amiga, además de proceder de forma similar en otros casos.

La joven hizo creer a esta familia, en la que el padre padecía un cáncer que finalmente no superó, y en la que se integró a través de las hijas, que tenía un tumor cerebral para el que precisaba determinados tratamientos que no podía sufragar porque no podía acceder a su dinero, bloqueado supuestamente por asuntos familiares. Además, insistió en que les devolvería las sucesivas cantidades que le aportaban y les enseñaba supuestos extractos bancarios en los que figuraba que disponía de hasta nueve millones de euros.

“¿Nunca la vimos jugar al póker. ¿Cómo le voy a estar dando dinero de mi familia para jugar, si somos una familia humilde?”, declaró en su día el padre y su viuda refrendó su testimonio. “Nunca le dimos ese dinero para jugar al póker ‘online’. Nos hizo creer que jugaba con extractos de mucho dinero, pero dudo que jugara”, señaló respecto a la acusada, que aseguró durante el proceso estar siendo financiada por ellos para ese fin.

La acusada, N.T.G., enviaba a esta familia supuestas imágenes de los tratamientos que recibía en ciudades como Madrid, Barcelona o Pamplona, aunque en ninguna de las fotografías aparecía su rostro salvo en una ocasión que posteriormente se supo que había sido intervenida para practicarle una liposucción. “Quería dar pena, decía que le daban meses de vida, que sabía que se iba a morir”, manifestó una de las declarantes.

Otros de los testigos que compareció en la Audiencia Provincial de León fue un hombre, compañero de trabajo del padre de la ‘reina de la burundanga’, al que pidió acompañarla a un concesionario de coches y que después de tomar algo con ella se sintió indispuesto y tuvo que ser llevado al hospital, al igual que otra joven amiga suya.

Natalia T.G. nunca tuvo trabajo conocido, pero los testigos aseguraron que tenía un alto nivel de vida. “Le gustaba mucho estar fuera de casa, vivir bien”, señaló una de las declarantes.

Servir las bebidas

El ‘modus operandi’ de N.T:G,, según los testimonios prestados por los testigos, se repitió en cada caso, de forma que acudía a bares con las víctimas y pedía bebidas que siempre llevaba ella a las mesas. Tras ingerirlas, las cinco personas afectadas sufrieron diversos síntomas que requirieron asistencia sanitaria de urgencia y traslado a un centro hospitalario e incluso ingresos en la Unidad de Cuidados Intensivos. Además, varios de ellos sufrieron secuelas después de los episodios padecidos.

Además, la acusada, que solicitó comparecer el último día de la vista y para la que el fiscal solicita más de 16 años de cárcel, llegó a grabar a alguna de las presuntas víctimas con el teléfono móvil, a otra la dejó en la cama boca abajo durante horas antes de recibir asistencia y en un caso le pidió que no dijese al personal sanitario que había tomado nada si le preguntaban. También se interesó por los resultados de las pruebas o análisis que se les practicaban.

Archivado en
Lo más leído