Aprueban el traslado de Triana y Montserrat a otra prisión

Confiaban en que tras la celebración del juicio Triana acudiera a prisión solamente a visitar a su madre, pero el veredicto del jurado popular supuso todo un varapalo a sus expectativas ya que la hija de la asesina de Isabel Carrasco fue considerada cooperadora necesaria del crimen, lo que luego ratificó la sentencia del presidente del tribunal, que le impuso una pena de cárcel de 20 años.

Aun así, una vez que se conoció la decisión del jurado popular, la defensa solicitaba para Triana la libertad condicional hasta que haya sentencia firme, estado en el que se encuentra la tercera condenada por el asesinato, la agente de Policía Local Raquel Gago. No obstante, sobre esta cuestión ya se pronunciaba la sentencia del pasado 10 marzo: denegada.

Ante esta situación, volvían a centrarse en la petición de traslado de centro penitenciario que, según ha podido saber este periódico, ha sido aprobada por Instituciones Penitenciarias y que se hará efectiva en un plazo de unas seis semanas.

Lo que sigue siendo un misterio es el lugar al que serán trasladadas. Al parecer, Castilla y León y Asturias quedan descartadas, por lo que podría ser alguno de los penales de Galicia el nuevo destino de madre e hija, lo que permitiría al esposo y padre, que ahora reside en Gijón, seguir visitándolas con asiduidad.

Montserrat González y Triana Martínez ingresaron en el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas el 14 de mayo de 2014 como principales acusadas por el crimen de la expresidenta de la Diputación provincial y el PP leonés, Isabel Carrasco, el 12 de mayo de ese año. El juicio ha ratificado su culpabilidad, como autora material de los hechos en el caso de la primera, y como cooperadora necesaria en el caso de la segunda.

Durante todo este tiempo han sido varios los partes disciplinarios abiertos a las reclusas argumentando mal comportamiento (por las causas más diversas: no recoger un vaso de café en el patio, porque les sirvieron una fruta de más que no les correspondía en el comedor, porque no colocaron los colchones de las literas a tiempo, por masticar chicle...). Todo ello les servía para ser devueltas al módulo 10, sacándolas del 7 (de respeto).

Sin embargo, ellas consideran que son víctima de los funcionarios de prisiones que «parecen haberla tomado con ellas», como ha trascendido del interior de Mansilla y como su propio abogado dio a entender durante la celebración del juicio.