Los días 9 y 16 de septiembre alrededor de 60.000 alumnos de la provincia (aunque aún no hay datos oficiales desde la Junta, a la espera de contar con las matriculas de septiembre) volverán a las aulas preparados para afrontar un nuevo curso.
Se prevé que un 70% de los estudiantes lo hagan en la enseñanza pública, como marcan las cifras de este pasado curso escolar, aumentando aún más el número de escolares que acuden al bachillerato realizado en centros públicos en un 77% de los casos y los grados medios y superiores con un 84% y 81% de alumnos respectivamente.
De los 60.000 alumnos matriculados, alrededor de 20.000 volverán a la Educación Primaria, 15.000 a la Secundaria y 9.000 al segundo ciclo de Educación Infantil, las cifras más notables registradas en los pasados años en la provincia. A su vez, se prevé que un año más los ciclos de Grado Superior cuenten con más estudiantes que los de Grado Medio.
Después de la cuesta de enero...
La cuesta de septiembre, uno de los periodos más duros del año para las familias leonesas, que suma a los gastos habituales del verano la compra de ropa otoñal, actividades extra escolares para los niños, libros y otro material como mochilas o cuadernos, que tanto daño hace a los bolsillos de las familias con recursos económicos ajustados.Teniendo en cuenta un gasto medio de 500 euros por niño o adolescente, el estimado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en una familia con escasos recursos y más de un hijo la cuesta de septiembre se hace mucho más costosa y empinada. Desde la asociación dan una serie de consejos para sobrellevar esta etapa de la mejor manera posible bajo el título: '¿Es posible ahorrar y al mismo tiempo conseguir que a nuestros hijos no les falte de nada?'.
Entre ellos, apoyan el consumo colaborativo de libros escolares, fomentan el uso de las bibliotecas o de internet para ahorrar dinero en las lecturas obligatorias y animan a elaborar una lista previa a irse de compras con lo que realmente se necesita y evitar así caer en caprichos innecesarios, muchos de ellos provocados por rabietas infantiles para obtener ese estuche de sus dibujos favoritos.