Han pasado 35 años desde que la Guardia Civil abrió sus cuarteles a las mujeres y para trasladar este hito a las nuevas generaciones, el instituto Padre Isla acogió este jueves un acto conmemorativo. A modo de coloquio recordaron que en la provincia de León hubo un retraso de dos años y sería ya en 1990 cuando una leonesa, concretamente en Boñar, estrenó la falda verde que hoy son pantalones y que lleva por ejemplo la teniente Elena, que consideró que "se está normalizando poco a poco ver con naturalidad a una mujer Guardia Civil como una igual a un agente hombre".
Las 86 mujeres que integran actualmente el Cuerpo de la Benemérita en la Comandancia de León están ya integradas en todas las unidades y especialidades, como Seprona, Tráfico, Tedax o GRS, y su sensibilidad se vuelve crucial en los casos de violencia de género que atiende la Guardia Civil en el sistema VioGén del Ministerio del Interior. "Que haya mujeres en atención a las víctimas, a ellas les da más confianza para poder expresarse en un entorno más cálido", expresó a los medios la teniente durante los actos en el Padre Isla.
"La mujer en la Guardia Civil ha roto los techos de cristal”, aseguró el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez. Sin embargo, aún representan sólo el 9 por ciento y apenas una decena tiene puestos de mando, según explicó el coronel jefe de la Comandancia de León, Julio Andrés Gutiérrez.
Entre las nuevas generaciones sí que va cambiando la perspectiva de género, puesto que el subdelegado del Gobierno explicó que de las 2.500 plazas ofertadas este año para el Cuerpo, más del 30% de aspirantes eran mujeres. Casi siete lustros después de la primera leonesa que cogió el tricornio, ya hay más jóvenes mujeres que tienen esta vocación del 'todo por la patria'.