La muerte hace unos días de la leonesa Ángeles de la Fuente, con 111 años, supuso que el privilegio de ser la mujer más anciana de León pasara a Teresa Fernández Casado, vecina de la localidad paramesa de Zambroncinos y con 110 años ya cumplidos el día 29 de julio. Con esta edad la leonesa es, a su vez, la octava persona más anciana y la séptima mujer pues entre esos siete centenarios tan solo hay un hombre, el gallego Luis Torras Martínez, de 111 años.
Y el honor de ser el más anciano de León lo sigue ostentando Mateo Balbuena, también de 110 años cumplidos el 21 de septiembre y natural de Villamartín de Don Sancho, aunque afincado en el País Vasco, al que emigró siendo bastante joven y protagonizó un buen número de reportajes pues su mujer, ya fallecida, también tenía 104 años. Mateo es el segundo más viejo de España, sólo superado por el citado Luis Torras.
Es ‘normal’ esta realidad de muchas más mujeres que hombres que superan la centena. Baste señalar que en el recuento de los españoles mayores de 105 años hay 250 privilegiados, de los que 210 son mujeres y tan solo 40 son varones.
Los dos leoneses más longevos, Teresa y Mateo, han llevado unas vidas bien diferentes. La mujer de Zambroncinos —que suele decir cuando le preguntan cómo está que "aquí, quieta como un mojón"— fue una de esas ejemplares leonesas trabajadoras, la más pequeña de 8 hermanos y madre de 9 hijos, con la curiosidad de que el mayor de ellos, Ángel, de 91 años, es el "español vivo de más edad que aún tiene madre".
Por su parte, Balbuena —al que los reportajes en el País Vasco definen como "irreductible miliciano antifranquista"— aún sigue trabajando su huerto en Amurrio, es autor de un buen número de libros (muchos de economía aplicada), fue finalista del Planeta , escribió una curiosa autobiografía de significativo título —El viejo inútil—.
Al salir de León participó en la Revolución del 34 y cree que «aún se puede cambiar el mundo».