Y que vivan muchos años

La última de La Nueva Crónica

Fulgencio Fernández y Saúl Arén
27/09/2024
 Actualizado a 27/09/2024
SAÚL ARÉN
SAÚL ARÉN

Si hay un ¡viva! que se repite (repetía) por las paredes de la provincia, y que no levanta las ampollas de otras pintadas sin chupe, es el ‘Viva los Quintos...’ y ponle detrás la quintada que quieras, más bien la que quieran los quintos que un día la quisieron perpetuar en una pared para que todo el que pase ante ella se pregunte qué significa.

Van desapareciendo, es cierto, desde que no hay mili obligatorio parece que perdió el sentido que antes tenía. Desde que los pueblos se van vaciando de manera cruel son muchos los años que el alguacil no tiene quintos que tallar, que colocar en la vieja máquina que daba una cifra que sé convertía en referencia de por vida.

– ¿Cuánto mides?
– Cuando me tallé 1,78.

Y eso era cifra oficial de por vida, inapelable.

Pero hay pueblos en los que tallar a los quintos, cumplir con los ritos y obligaciones de la quintada, es mucho más que tallarse, ir a la mili o no ir. Es una vieja tradición.

Y pueblos como Prioro luchan por sus tradiciones como si les fuera la vida en ellas. O tal vez les va. Seguramente si desaparecen los quintos, la ronda, pedir los quesos, la ronda infantil, pinar el mayo, las luches... dejaría de ser Prioro y serían otra cosa, otra vida, otro pueblo.

Por eso sigue existiendo el ¡Viva! acompañado de un número. Y por el bien de todos... que vivan muchos años. 

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