Esta imagen tiene otra secuencia que es secuela. Carrete en camilla camino de una ambulancia, en un partido, con un amago de infarto, le había reventado la pasión, esa pasión de esta imagen y de tantas parecidas.
¡Qué tipo Carrete!, ¡cuánta pasión El Tigre de Cabojal, el minerón de La Cuenca!, ¡cuánta sinceridad en los gestos!, la misma que al hablar.
Nunca se me olvidará la anécdota. Iba Carrete con la Cultural a Oviedo, su casa, para medirse al filial ovetense. Empataron, hizo un buen partido el equipo leonés de El Tigre, y camino de la sala de prensa le saluda un periodista ovetense y elentrenador le pideun favor: «Dime una palabra guapa para decir que me gustó mi equipo».
- Que es la idiosincrasia que quieres que tenga.
- Cagón mi manto, ¿idioqué?
Fue repitiendo la palabra por el pasillo y la soltó a la primera de cambio, en la primera pregunta, y el mismo periodista que le dijo la palabra le pregunta:
- Pepe, ¿qué quieres decir con idiosincrasia?
- Dos cosas. Primero que «yes un hijoputa» y segundo que conmigo el que no ponga un par de cojones no juega.
Así es Pepe. Así secó a Cruiff yendo con él incluso fuera del campo cuando el holandés se salió a atar las botas buscando zafarse de él siquiera un minuto. «No me mires así que también se dar patadas fuera del prao».
Así levantó el estadio Tartiere y así salió ayer del coma después de más de un mes. Fue a verlo un futbolista, Sol, y abrió los ojos ‘El Tigre’: «¡Coño Sol, que bueno eras!».
Y tú también Tigre, también eres un tipo irrepetible, con una idiosincrasia «que se caga la perra», que dirías tu.
