Siempre quedarán los libros

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
29/04/2025
 Actualizado a 29/04/2025
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

Contaba Joaquín Sabina, enfangado ahora en su última gira por el mundo ‘alantre’, que cuando llegaba a un aeropuerto y anunciaban un retraso de su avión lo celebraba como si fuera un gol. Dice que los músicos le miran raro, que igual que le evitan después de los conciertos porque saben que tendrían que hacer de guardaespaldas, no entienden que disfrute de tener que perder el tiempo en un aeropuerto. Sin embargo, él dice que nunca pierde el tiempo si tiene un libro, y los suele llevar encima. Y buenos. Es un lector empedernido. 
Lo mismo que a Sabina le pasó ayer a muchos españoles, que ya de no haber luz unos tuvieron y otros pudieron disfrutar del placer de leer un libro.Una tarde soñada para muchos lectores, junto a la ventana, con buena luz, y a dejarse llevar por la magia de las palabras, que además de enriquecerte te hace olvidarte durante un buen rato de las miserias del mundo, si el interruptor lo apagó Putin o lo apagó Trump, las teorías conspirativas que ahora existen siempre pero más cuando la gente tiene más necesidad. 
Es el caso de la protagonista de la foto que hoy me deja Mauri, una niña dejándose llevar por la imaginación, la suya y la que sale del libro. Entre las dos, pueden hacer magia. No habrá límites. No habrá fronteras. No habrá cortes del suministro eléctrico que la separen del placer de la lectura si lo consigue convertir en hábito, que tiene toda la pinta por el interés con el que se afana hacia las letras... aunque en el libro más que letras se vean ordenadores... Pero de los que no están conectados a la corriente eléctrica que a veces nos une y a veces nos separa.

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