Si no tienes burro, eres un burro

Veo sin extrañeza –en ese pozo sin fondo de saberes inútiles que es el Tío Google– que ya existe el Día Internacional del Burro, que es el 8 de mayo.

No se los motivos de la fecha y me niego a creer que sea por mi día de nacimiento, aunque... Pero la idea inicial era proponer como Día Internacional del Burro el Domingo de Ramos, de recuerdo reciente, y es que ese día son los grandes protagonistas, cofradías de todo el mundo cristiano se afanan en buscar borriquillos por todos los corrales para entrar triunfantes en los pueblos, rodeados de palmas y aplausos, con un sonriente Cristo subido a su lomo, como si no supiera lo que se le viene encima, a Cristo, digo.

Ningún otro día del año aparecen tantos burros en portada como ese Domingo de Ramos de fecha variable pero muy de celebrar. Por supuesto, muchos más que ese 8 de mayo en el que el noble animal pasa sin pena ni gloria, como tantos otros Día Internacional.

También se podría proponer como Día Internacional de Burro, por simple justicia, el día del patrón de los periodistas pues no hay nadie –humano, divino o animal– que haya solucionados más titulares a los colegas que el burro: «El mundo ya tiene 44 millones de burros», con la inevitable pregunta de «¿solo?». «Si no tienes un burro, eres un burro», dicen en los países en los que vivir cuesta una burrada.