Cuando la discusión entra en vía muerta, como el soterramiento del tren en León, siempre sale la expresión que cierra el debate: «Déjalo ‘pa prao’»; que viene a ser, más o menos, no hay nada que hacer.
Parece la imagen de la fotografía ¿Qué hacer con la Cultural?, ¿para qué tanto campo de juego, de entrenamiento y hasta de echar a los chavales de sus espacios porque lo necesita el buque insignia?... lo que no se sabe si lo es de la municipalidad leonesa, del gobierno catarí, de ‘los catarises’ que pusieron la pasta y se echaron a dormir o de Don Felipe (Sexto, por supuesto).
Tal vez sea que ya hemos decidido que ‘lo dejamos pa prao’ o la planta que le ha crecido al asiento sea un último intento de salvación acudiendo a las viejas prácticas de esta tierra, en las que siempre hay un ensalmo para un descosido, una planta para un dolor, una cirigüeña para cerrar una herida.
Puede que en este año, que cumplimos cien años, nos hayamos puesto en manos de las soluciones de nuestros centenarios abuelos y estamos dejando que la madre naturaleza nos ofrezca sus soluciones y en vez de tanta sauna deban los jugadores desayunarse con una infusión a base de diente de león, malvalisco y espino albar. Pues aunque, me temo, ya sea tarde para la gloria tal vez estemos a tiempos de que nos libre del infierno.
Lo más leído