Cualquier hueco es trinchera

«En tiempo de guerra cualquier hueco es trinchera» dice uno de los refranes más populares. Yeste tiempo sí es de guerra, de aquella manera, y el paisanaje busca los huecos por cualquier parte. Y los encuentra.

Lo de las terrazas puede ser una media solución (menos de media, por los platos que rompen) para los hosteleros, para los universitarios con muchas calorías que compartir, para quien siente la necesidad de una rápida dosis de cafeína... pero deja demasiada gente fuera de la protección de su paraguas.

De nada sirve a ese paisanaje que cada día busca un rincón donde jugar la partida y encontrarse y reñir con los colegas. Hombres y mujeres a los que el invierno de León no anima a sentarse casi a la intemperie.

¿Te imaginas comer sopas calientes de tapa en el exterior del bar?, se preguntaba en San Mamés el paisano que busca el calor del bar y que temple su cuerpo la tapa después de un rato en la bolera viendo a los virtuosos del castro y el birle.

¿Y quién acoge a esa legión de futboleros que buscan ver el partido en esas gradas nunca vacías de las pantallas gigantes?

Así se entienden esas almas en pena que con la mascarilla puesta se ‘esnortan’ aquí o allá buscando ese hueco, asiento, que sea trinchera.