A esta ronda, invita usted

Por Juan Pablo García Valadés
12/03/2019
 Actualizado a 17/09/2019
Se acercan las elecciones generales tras el anuncio del presidente del Gobierno de dar por finalizada la legislatura ante la imposibilidad de aprobar los Presupuestos Generales del Estado, instrumento fundamental para el funcionamiento de las administraciones y herramienta de creación o destrucción de empleo según las manos encargadas de elaborarlos.

Hay que aclarar, aunque parezca obvio, que los presupuestos son la forma que tienen los políticos de gestionar el dinero que tanto ha costado ganar a individuos y empresas y que, en forma de multitud de impuestos, nos van quitando en aras de un supuesto interés general.

Es importante esta aclaración porque parece que mucha gente cree que el dinero público sale de la nada. Sin ir más lejos, la actual vicepresidenta del Gobierno, la señora Carmen Calvo, cuando ostentaba la jefatura del Ministerio de Cultura allá por el año 2004, en una entrevista creo recordar que para el ABC, dijo aquello de: «estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie» … ¡Toma ya!

Hasta ahora estábamos acostumbrados a que políticos municipales, sorteando las limitaciones que exige la Junta Electoral, aprovechasen para gastarse unos miles de euros en asfaltar la plaza del pueblo, cambiar las porterías del polideportivo, pintar de verde el frontón… para poder dar un último lavado de cara a su gestión municipal porque ya se sabe que, como dijo José Luis Cuerda en su genial ‘Amanece que no es poco’: «Alcalde, todos somos contingentes, pero tú eres necesario».

Sin embargo, en esta ocasión es el Gobierno central el que tira de chequera para quemar los últimos cartuchos electoralistas en los Consejos de Ministros antes de las elecciones.

Concretamente entre unas cosas y otras, son 16.000 millones de euros que el Gobierno entrante tendrá que ajustar.

Como ese gasto está basado en una previsión de ingresos totalmente ficticia e irrealizable debido a que los presupuestos no han sido aprobados, esa millonada se convertirá en un déficit que desde Bruselas difícilmente van a tolerar, por lo que los próximos meses nos va a tocar volver a apretarnos el cinturón.

Esos 16.000 millones no son cosa menor. Estamos hablando del doble del presupuesto del Ministerio de Defensa, 16 veces lo que se invierte en infraestructuras en Castilla y León o casi el gasto total en desempleo.

No crean que esa corrección del déficit va a venir de la mano de la racionalización y ajuste de las distintas administraciones, va a venir como siempre de subirle a usted los impuestos.

Juan Pablo García Valadés es miembro del Club de los Viernes
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