60 años anegados bajo el embalse de Luna

En septiembre de 1956 Franco inauguraba las obras de la presa que devoró bajo sus aguas dieciséis pueblos para garantizar el regadío en el páramo leonés

E. Niño
28/11/2016
 Actualizado a 19/09/2019
Fotografía de archivo reciente del embalse de Los Barrios de Luna. | DANIEL MARTÍN
Fotografía de archivo reciente del embalse de Los Barrios de Luna. | DANIEL MARTÍN
Sesenta años anegados bajo las aguas del embalse de Luna. Éste es el tiempo que ha pasado desde la puesta en funcionamiento de esta presa en el año 1956. Una obra para garantizar el regadío en el páramo leonés que dejó bajo las aguas a 16 pueblos. Seis décadas después, son muchas las cifras que han pasado a la historia, como 1935 año en el que se inició el proyecto, o los 300 millones de pesetas que entoncescostó la presa, o las imágenes en blanco y negro del No-Do de Franco inaugurando las obras en septiembre de 1956.

Entre estas cifras e imágenes destaca el número 16, el de los pueblos que quedaron atrapados en las aguas de la presa para siempre, algunos parcialmente:Arrévalo, Campo de Luna, La Canela, Casasola, Cosera, Lagüelles, Láncara de Luna, Miñera, Mirantes de Luna, El Molinón, Oblanca, San Pedro de Luna, Santa Eulalia de las Manzanas, Trabanco, Truva y Ventas de Mallo. Desaparecieron tragados por el agua. Ése fue el precio del progreso.

En años y épocas de sequía, el embalse deja ver sus secretos ocultos, los testigos mudos. Esbozos de los que antaño fueron gruesos muros de piedra, que con la imaginación suficiente hacen vislumbrar decenas de hogares que tuvieron que ser abandonados, el campanario de la iglesia, árboles carcomidos que muestran sus esqueletos. Toda una historia sepultada bajo el embalse.

El diario ABC en su edición del 25 de septiembre de 1956 recoge la inauguración de la presa leonesa. La noticia recoge que «el pantano de los Barrios de Luna, inaugurado hoy por el S. E. el Jefe de Estado, convertirá en regadío varios millares de hectáreas de tierras hasta hace poco de secano, como las de Páramo y las de la Ribera del Órbigo». Asimismo, la información señalaque «para que esta obra sea más eficaz, ha sido preciso que desaparezcan varios pueblos pertenecientes a la región leonesa» al tiempo que indica «casi todos sus habitantes ocupan ya otros hogares».



La misma crónica, firmada por Daniel Suciro, hace referencia al sacrificio de los vecinos de Luna. «La realización de esta obra hidroeléctrica de Barrios de Luna ha exigido también la comprensión –y en algunos casos en cierto modo sacrificio- de las gentes que vivíanen Lancara, en Santa Eulalia, en Minera, en Trava, en Las Canelas, Casasola, Pedro de Luna, Oblanca, Laguelles … pueblos desaparecidos ya, pueblos que tal vez ahora viven bajo las aguas del inmenso embalse fabulosas aventuras con sieranas de aguas dulces».

Otra crónica de la época, publicada en el boletín número uno del Sindicato Central del embalse de Barrios de Luna en 1956 y redactada por el autor del proyecto e ingeniero de las obras, Luis de Llanos y Silvela, recoge que «redactado el proyecto en 1935, el pantano fue inaugurado por el Caudillo en 1956». También detalla que «en las obras trabajaron brigadas de presos y carteristas»e indica que «al ingeniero que dirigía el proyecto hidráulico le llegaron anónimos llamándole Herodes y Nerón, y pretendieron tirarle el agua». También detalla la puesta en marcha de la presa, «¡Qué entusiasmo el de los regantes, cuando vieron aquel charquito que era el primer embalse! Creían que tenían agua de sobra, y no digamos cuando se empezó a soltar al río y pudieron regar de día en pleno mes de agosto».
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