20 años del gran día de Manolo Martínez

Se cumplen dos décadas desde que el leonés lograra por un centímetro en Birmingham su único Mundial y el primero de un español en pista cubierta

Jesús Coca Aguilera
15/03/2023
 Actualizado a 15/03/2023
Manolo Martínez festeja su título mundial en Birmingham. | T. KIENZLE / AP
Manolo Martínez festeja su título mundial en Birmingham. | T. KIENZLE / AP
El palmarés del lanzador de peso leonésManolo Martínez durante su larga carrera fue inmenso, pero quizá su gran día, sobre todo porque la medalla que tiene en unos Juegos Olímpicos fue a posteriori tras destaparse un caso de dopaje, fue aquel en el que se proclamó campeón del mundo en pista cubierta en Birmingham.

20 años se cumplieron este martes de aquel inolvidable 14 de marzo de 2003, en el que Manolo Martínez hizo historia no sólo por supuesto en el atletismo leonés sino también en el nacional, pues en ese momento era el primer español que se colgaba el oro en un Mundial en pista cubierta, habiendo conseguido otro sólo Mariano García en 2022 desde entonces.

Fue un campeonato de película, puesto que lo consiguió en el último lanzamiento y por únicamente un centímetro, algo tan pequeño y a la vez tan grande para el leonés, que llevaba el peso hasta los 21,24 metros, sólo dos centímetros menos que el que en ese momento era su récord de España, para superar al norteamericano John Godina, completando el pódium con 21,13 el ucraniano Yuriy Bilonog.

Pero es que además, echando la vista atrás, el gran éxito le llegó cuando menos podía esperarse. Porque apenas un mes antes una fuerte gastroenteritis le había hecho perder hasta seis kilos y ni siquiera tenía la mínima para acudir al Mundial, yendo por la confianza que tenía en él el presidente de la Federación Española Odriozola.

Vaya si respondió a ella. Pasó la previa matutina sin complicaciones y su final fue espectacular desde el minuto uno, con un tiro inicial de 20,73 metros que le metía en la lucha por las medallas y un segundo de 21,14 que le ponía en cabeza y que le hubiese valido ya a posteriori para colgarse la plata.

Llegó tras perder 6 kilos un mes antes, sin la mínima y logró el oro por 1 cm y en su último lanzamiento Le pasó Godina y, aunque volvió a estar en torno a los 21 metros en su tercer y cuarto lanzamiento, demostrando una gran regularidad, llegó al último intento con la plata asegurada pero soñando con el oro.

Y, por ese solitario centímetro, adelantó a Godina, a quien aún le quedaba su último intento. Lo había celebrado a lo grande Manolo pero sin fiarse, más aún por los antecedentes, pues se daba la casualidad de que venía de que en los dos últimos Mundiales el lanzador estadounidense le hubiera sacado del pódium en su tiro final.

No fue esta vez el caso. El tiro fue bueno, pero no suficiente, y Manolo Martínez estalló de alegría, abrazándose con su entrenador Carlos Burón en una pista que recorrió con la bandera de España. «¡Qué narices, ya me lo merecía!», dijo en sus primeras declaraciones. Y sí, era merecido y mucho. Y le dio un éxito con el que poner la guinda a su gran carrera. Uno de esos que, 20 años después, se sigue recordando.
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