El placer de las ancas hechas como siempre

Las Encinas puede presumir de ofrecer en el corazón de La Bañeza ancas de rana cocinadas con la receta que dio fama gastronómica a la ciudad. Su cecina, sus pescados y sus postres caseros conquistan a los más sibaritas

P.J. Abajo
25/05/2018
 Actualizado a 19/09/2019
En Las Encinas preparan las ancas de rana al estilo local "de siempre".
En Las Encinas preparan las ancas de rana al estilo local "de siempre".
Si hay que elegir un solo plato de la gastronomía bañezana, indudablemente y con permiso de los amantes de la legumbre con sello de calidad, son las ancas de rana. Es el plato estrella que hace décadas dio fama gastronómica a La Bañeza por una receta familiar que ha hecho históricamente del kilómetro 303 de la antigua carretera que unía Madrid y La Coruña una parada obligatoria en el camino.

En pleno corazón de La Bañeza, a muy pocos metros de la Plaza Mayor y como parte de la Hospedería Vía de la Plata, un coqueto hotel urbano de ambiente familiar y con los detalles cuidados al máximo, está el restaurante Las Encinas que ofrece menú y carta.

Heredero de la tradición gastronómica bañezana, pero con toques innovadores en una cocina de mercado, el restaurante Las Encinas ofrece una amplia carta con atractivos para los paladares más exigentes. Sobre todo para esos a los que no le importa hacer unos cuantos kilómetros con tal de disftutar de unas ancas de rana «como siempre se hicieron en la ciudad», con su salsa única y servidas en una cazuela de barro capaz de guardar el calor y el sabor. Son realmente excepcionales.

Para «ir abriendo boca», en la carta de entrantes está una de las mejores cecinas de León que haya probado jamás, con un ligero toque de menta y aceite de oliva, o un plato de lengua curada con vinagre balsámico de Módena que le permitirá degustar este embutido como nunca antes lo había hecho. Y el jamón ibérico de Las Encinas o las mollejas de ternera al estilo leonés también merecen un alto en el camino.

Aunque León no sea puerto de mar y las carnes suelen tener más tirón en nuestra tierra, la carta de pescados y mariscos que ofrece el equipo de Miguel Ángel Ares es realmente excepcional. Y si no, pruebe su dorada de Santander al ajo verde, el exquisito rodaballo al horno con patatas panadera o sus lomitos de bacalao con hongos y almejas y una salsa de crema de cava que son algo sublime, la merluza a la cazuela, el pulpo a la gallega o las cigalas a la plancha.

El entrecot con salsa de aceitunas o el muslo de pato confitado al oporto ofrecen un toque de innovación culinario que sorprende a los más sibaritas, pero si es más de carnes y de sabores originales, un buen chuletón siempre será un buen chuletón. Pero Las Encinas es de esos restaurantes donde siempre se ha de dejar un hueco para el postre porque las tartas caseras –que cada vez son una sorpresa y siempre exquisitas– o la Crema de queso al Pedro Ximénez son algunas de las tentaciones que dejan buen sabor de boca y obligan a volver.
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