Desde principios del siglo pasado, se recuerda en Villafranca del Bierzo la tradición de cantar las horas por las noches a cargo de los serenos, quienes con sus gorras de plato y pantalón de pana beige, alardeaban de la mejor voz recorriendo las calles de la villa, lugar que según antiguos escritos, era una población de vanguardia en todo cuanto se pudiera asemejar a las grandes ciudades
Era el verano de 1943, un pobre hombre huye despavorido de Villafranca. Los unos le meten preso por nada, los otros se aprovechan de su ignorancia y le hacen barrendero y cuidador y otros más le amenazan de muerte si descubre sus robos…
De todos son conocidas las múltiples posibilidades de desarrollo que tiene la comarca del Bierzo, siempre y cuando se sepan encauzar y proteger pequeñas y grandes iniciativas
Ahora que está muy de moda hablar de rutas para hacer diversos tipos de deportes, se puede decir que, de alguna manera, se ha descubierto el antídoto para que la ignorancia y el olvido no se adueñen de todos aquellos que tienen la suerte de vivir en el llano al amparo de la seguridad y de la comodidad
La mirada de Cela se para en los pueblos bercianos, olvidados, considera, por los políticos que, mientras hablan de su potencial turístico, no se acercan a sus ríos y montañas