"La Semana Santa de este año es única, como lo son nuestros retos y desafíos"

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, anima  a participar "con verdadero sentido religioso" en unos días en los que "los cristianos visten de largo su fe"

16/03/2024
 Actualizado a 16/03/2024
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, durante el pregón de la Semana Santa 2024. | Saúl Arén
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, durante el pregón de la Semana Santa 2024. | Saúl Arén

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, se presentó este sábado como «humilde vocero» de la «verdad, belleza y bondad» de la Semana Santa leonesa, que fue invitado a pregonar en el Auditorio Ciudad de León, a las 20:00 horas, para marcar el inicio de unos días en los que animó a participar «con verdadero sentido religioso» y en los que recordó que «los cristianos visten de largo su fe». «La Semana Santa de este año es única, como únicas son nuestras preguntas, nuestras cuitas, nuestros retos y desafíos, nuestras lágrimas y sonrisas», aseguró reconociendo que «lo que contemplamos desde nuestro balcón puede ser aproximadamente lo mismo, pero no así la mirada de quienes lo contemplamos», porque «un año no pasa jamás en balde en la vida de una persona», dijo. Así, invitó a los leoneses a «ser los más discretos costaleros de su propio paso, de su más personal procesión», y también a sacar «algún rato para orar más en silencio el encuentro personal con el Señor». «Mirando la procesión de Jesús, debemos entrar en la nuestra propia», advirtió, haciendo de la Semana Santa «ese gran espejo en el que nos volvemos a mirar todos».

Sanz Montes señaló que la propuesta de ejercer como pregonero le ha obligado a asomarse a escenas «que en esta noble ciudad tienen un empaque de arte y belleza, de fervor y tradición que te hace sentirte pequeño». «Hay un ambiente recogido. Lo he palpado las veces que me he asomado. Las calles hacen de escenario con entreluces mientras pasan cautelosas las procesiones de la Semana Santa de León. Plazas y calles históricas se dilatan y arrebujan para ver pasar tanto arte, tanta piedad, tanto sentido religioso llevado con devoción ilusionada, como quien se atreve así a relatar una historia verdadera sucedida hace dos mil años y a tanta distancia», subrayó. Recordó que «se hace comitiva que a golpe de tambor marca el paso con sus timbales, mientras las cornetas soplan a los vientos el anuncio de su llegada» y «cofrades en pie de paz» recuerdan con sus andares «el precio que supuso salvarnos para quien vino a redimirnos pagando lo que jamás merecimos y tan gratuitamente se nos quiso dar». 

El arzobispo de Oviedo recordó también que «la pasión tiene aquí el domicilio de una vía dolorosa que coincide con el callejero y las plazuelas leonesas» y que por aquí «deambularán las 16 cofradías que componen las Hermandades de la ciudad». De ellas, señaló que cuatro son centenarias: desde la más antigua, la de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad fundada en el siglo XVI, hasta la más moderna, la del Cristo del Gran Poder, que se fundó a finales del siglo XX. «Pero ahí están todas las cofradías con su nombre, estilo, atuendo y espiritualidad: la del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, la del Santísimo Sacramento de Minerva y la Santa Vera Cruz, la de Santa Marta y la Sagrada Cena, la de Jesús Divino Obrero, la de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, la del Santo Cristo del Perdón, la de Nuestro Señor Jesús de la Redención, la del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio, la de María del Dulce Nombre, la del Santo Cristo de la Bienaventuranza, la del Santo Cristo del Desenclavo, la del Santo Sepulcro-Esperanza de la Vida, la de la Agonía de Nuestro Señor, la de Jesús Sacramentado y María Santísima de la Piedad, Amparo de los Leoneses. ¡Qué hermoso mosaico que nos acerca de tantos modos al testimonio cristiano que todos los papones leoneses han ido viviendo como nazarenos cofrades esta explosión de belleza, de arte y de piedad durante tantos siglos, en tantos contextos, en medio de tantos avatares y circunstancias!», advirtió.

Sanz Montes destacó también que «después de todos los pasos de nuestra Semana Santa Leonesa, sabemos que Dios nos ofrece uno más primordial: el que viene tras todas las muertes, el paso resucitado que nos adentra en la tierra feliz de la que nuestros pies fueron peregrinos. Y eso es lo que pedimos al Señor casi al comienzo de nuestra Semana Santa aquí en esta bella ciudad de León», dijo antes de desear «de corazón» a todos los asistentes «una feliz Semana Santa para poder brindar más felizmente todavía por la Pascua de quien resucitó su muerte y la nuestra».

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