"No soy un touroperador, vengo a recordar la razón de ser de la Semana Santa leonesa"

Entrevista a Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo y pregonero de la Semana Santa de León 2024

16/03/2024
 Actualizado a 16/03/2024
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, pregonero de la Semana Santa. | Europa Press
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, pregonero de la Semana Santa. | Europa Press

El Auditorio acoge este sábado a las 20:00 horas el pregón de la Semana Santa, que este año le ha sido encargado al arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. Conocido por su perfil polémico, con declaraciones políticas en sus sermones, fue elegido por el obispo de León tras un empate en votos en la Junta Mayor y será el primer sacerdote pregonero en diez años, pues hay que remontarse al 2015 para ver a un eclesiástico en el atril cofrade, cuando lo hizo el obispo de Astorga.  

-¿Qué pueden esperar los leoneses de su pregón?
- Desearía una acogida benévola del pregón, que esa noble ciudad y sus buenas gentes puedan sentirse ayudados por la palabra de este hermano que intentará que por su medio Dios toque el corazón. No hay más pretensión que esa: ser portavoz de una buena noticia que nos ha traído el abrazo del Señor en su pasión redentora. Estoy seguro que me encontraré con esa actitud de apertura generosa y abierta a cuanto pueda suscitar Dios en los oyentes  por mi humilde medio.

-El obispo de León señaló que usted domina la teología y la poesía. ¿Ofrecerá un pregón de contenido más  litúrgico o emotivo?
- Don Luis Ángel es muy amable y un buen hermano. Pero es cierto que en mi estudio y docencia teológica he incorporado la buena literatura: decir la verdad con belleza es algo que he admirado en los grandes pensadores y maestros cristianos. Ni una doctrina abstracta e incomprensible, ni una belleza banal y superflua. Ambas cosas nos ayudan a entender las cosas con toda su hondura y hermosura. Ojalá que logre transmitir esa teología bondadosa y embellecida.

- León y Asturias son territorios próximos y con un pasado histórico común.¿Qué relación tiene con el obispado de León?
- La diócesis de León forma parte de la misma provincia eclesiástica que Oviedo, siendo Asturias la sede metropolitana. Santander y Astorga completan nuestro mapa eclesial. La relación es de fraternidad querida y gozosa, que los cuatro obispos vivimos con gran afecto y mutua ayuda. Lo cierto es que las problemáticas suelen ser muy parecidas, como también lo son las posibles soluciones a las mismas. Por eso nuestra cercanía, el vernos regularmente y el encontrar en nuestras  diócesis los mismos retos y salidas, hace que sintamos una proximidad cálida y esperanzadora, llena de afecto fraterno.

-Sabrá que hubo críticas a su elección como pregonero, que planteaban dudas sobre su conocimiento de la Semana Santa de León. ¿Qué puede responder a esas voces críticas?
- Que no soy pregonero de la Semana Santa de León, sino de la Semana Santa cristiana. No soy un touroperador que va a vender a los leoneses la enorme calidad de su gran Semana Santa, sino un cristiano que se acerca con discreción a la gran tradición cultural y religiosa leonesa para recordar el punto de partida y la razón de ser de esa maravillosa expresión de arte y devoción que se vive desde hace tanto tiempo en un marco incomparable como es León. Hablaré de Jesús y su pasión, como lo escenifican en esos días  las maravillosas cofradías y hermandades. 

- ¿Qué diferencia a la Semana Santa en Asturias de la de León?
- En Asturias hubo un parón en las décadas de los años sesenta y setenta, y poco a poco se ha ido recuperando esta hermosa tradición de procesionar con las cofradías en Semana Santa. Tal vez en León no se dieron estos lapsos de tiempo y ha habido una mayor continuidad. Pero ambas realidades participan de esa profunda y bella sobriedad en la expresión de la religiosidad popular, tan propia del norte de España, a diferencia de otros modos.

- ¿Está actualmente la semana santa alejada de lo religioso o considera que reaviva la fe del pueblo?
- Yo creo que hay un vuelco renovado a esta forma de expresión religiosa, que es complementaria a cuanto vivimos con la liturgia en nuestras parroquias en estos días de la Semana Santa cristiana. En este sentido, es una fe que sale a la calle y la pasea con fervor y talento allí por donde la vida transcurre a diario con nuestras idas y venidas, nuestros sosiegos o prisas, nuestros llantos y sonrisas. Es importante esta complementariedad entre la expresión litúrgica y la popular de la fe que en estos días vivimos todos los cristianos.

-En Asturias tienen coronada a la Virgen de Covadonga; en León la del Camino y ahora también la del Mercado. ¿Qué implica dicho reconocimiento para la devoción popular?
- Son formas distintas de honrar a una Madre común como es María, reconocida y ataviada de modos diversos por la fe y la devoción de cada lugar. La coronación de la Virgen es un gesto filial de mirarnos en ella como hijos que hemos sido engendrados a la fe por el sí que Ella dio al plan de Dios. Y coronarla es desear que en nuestra vida pueda reinar cuanto por Ella nos vino como ayuda materna que acompaña y acrecienta lo que significa ser cristianos en este momento de la historia.

"Una bendición no es un derecho y bendecimos a las personas, no sus relaciones o sus aventuras diversas"

-A las cofradías les ocurre un poco como a la Iglesia. Descienden los cofrades al igual que los sacerdotes. ¿Cómo impulsar ambas?
- Mi impresión es que las cofradías no están atravesando una crisis, sino que de un tiempo a esta parte suscita un interés como no se daba en otras épocas, incluso con gente joven. Una cofradía es un lugar precioso en la vida de la Iglesia cuando se dan los tres elementos que ayudan tanto a los cristianos que se unen a ellas: se cultiva una devoción hondamente cristiana en torno a una imagen de Cristo o de María, se ofrece una formación a los cofrades como una catequesis de adultos adecuada a su edad, y se invita a un compromiso social como expresión de la caridad y solidaridad. Es impagable esta labor que realizan las cofradías.

-La bendición de parejas homosexuales y divorciados ha provocado malestar en algunos sectores de la Iglesia. ¿Cuál es su posición?
- Me ha extrañado la polémica que ha tenido una dosis importante de confusión dentro y fuera de la Iglesia. Bendecir significa decir bien, bien-decir. Y esto es algo que siempre hemos vivido y ofrecido los cristianos. Bendecimos tantas cosas: los alimentos para dar gracias, los coches para pedir protección, los locales varios para que sean espacios donde se haga el bien, y sobre todo, las personas para que reciban la ayuda de Dios y sus vidas se adecúen a lo que Dios quiere de ellas. No es un derecho ni una ratificación, sino una humilde petición. Y bendecimos a las personas, no sus relaciones o aventuras diversas. Lo que la tradición cristiana piensa sobre la homosexualidad y los divorciados vueltos a casar está muy claro en el Catecismo de la Iglesia Católica. No simulamos ningún sacramento ni bendecimos esas circunstancias, pero sí a cada persona que en ellas se encuentran. 

-¿Es usted más de limonada o de torrija? ¿Y cecina o cachopo?
- Aunque uno pueda tener sus gustos en cosas tan opinables, mi problema es que me gusta todo… todo lo bueno. No hay colisión entre una limonada fresquita y una torrija bien regada, una fina loncha de cecina o un buen cachopo. La cosa es que saber tener mesura y ser agradecido.

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