León es un lugar en donde casi nunca pasa nada, de lo bueno me refiero, y así de esta guisa vamos, como vulgarmente se dice, tirando, aunque sea de un carretillo cargado de ilusiones esperanzadoras por ver si la situación mejora y hacemos de los deseos realidades. Aquí la provincia tiene mucho que decir, si bien los puestos de trabajo y la riqueza no son cosa directa de las instituciones, mostrando lo bueno que aquí tenemos por todas las ferias y encuentros empresariales donde estemos presentes, si pueden aportar ese empuje necesario para hacernos visibles.
En este sentido me parece imprescindible el ofrecimiento de suelo industrial para la instalación de empresas y de industrias. Como dijo el alcalde de León, refiriéndose al éxodo que se viene produciendo en nuestra provincia como consecuencia del abandono de la misma por nuestros jóvenes: «si no tienes suelo industrial, difícilmente pedes fijar población en León», al mismo tiempo se mostraba optimista manifestando que fijar población es reversible, ojalá sus deseos se cumplan y podamos ser una ciudad, y provincia, llena de juventud y con una clara oferta de trabajo que redunde en el bienestar de tantas familias, así como en el aumento de la población.
La situación actual en la que nos encontramos luchando «contra el declive económico y demográfico», está magníficamente expuesto en un artículo publicado en este mismo medio el pasado 28-11-23, y firmado por Alfonso Martínez, haciendo un valioso repaso sobre el estado en el que nos encontramos, a la vez que rescataba una pagina de La Nueva Crónica con el título de : ‘León por bandera’ cuando decenas de miles de leoneses llenaron las calles de León, Ponferrada y Villablino, reclamando medidas para evitar esta sangría que, día a día, y como que no quiere la cosa, nos va dejando como aquel celebre «gallo de morón», «sin plumas y cacareando», es decir cuando casi todo lo tenia perdido, menos una estatua levantada a tal efecto para recordar la leyenda de allá por el año 1.500 en Morón de la Frontera.
Aquí las únicas plumas que tenemos y nos han venido dando fama y prestigio son las de afamados escritores con prestigio nacional y las que usan los pescadores, traspasando nuestras fronteras, son las del Valle del Curueño, donde se dan las de mayor calidad requeridas para el montaje de cuerdas de pescar simulando a los cuerpos de los mosquitos. Otra cosa que se presentó con grandes expectativas fue la denominada ‘Mesa por León’, donde había mucho bulto pero poca claridad, aunque pocos confiaban en la utilidad de la citada mesa, como no fuera para degustar unas viandas entre amigos, mientras las administraciones no se dieron por aludidas.
En definitiva, primero como dijo el alcalde de León, hay que tener suelo para después pisar por él. Y mientras tanto vengan días y venga turismo, porque aunque eso no es la solución estructural a nuestros problemas, es una buena compresa para evitar que por las heridas nos desangremos.