El 23 de julio proporcionó lecciones útiles para el leonesismo. Para el Congreso, la UPL obtuvo, entre las tres provincias, 23.000 votos, lo que le convierte en la 18ª fuerza política nacional. En el Senado se elevó hasta los 35.300 votos. Ambos resultados, insuficientes, causaron perplejidad en el votante, pues hay constancia de que la mayoría de los leoneses, especialmente de esta provincia, creen que León mejoraría con una autonomía propia.
Para indagar qué causó la aparente incoherencia hay una herramienta valiosa: la encuesta que León Primero encargó a 40dB al principio de 2023 sobre la provincia. En ella se pone de manifiesto que un 60,3 % de los ciudadanos están a favor de la autonomía de León. La mayor parte de los favorables son votantes del PSOE, según su recuerdo de voto. Los encuestados con recuerdo de voto de UPL forman el segundo grupo, así como los del PP el tercero.
Esto supone que una mayoría de los leoneses quiere la autonomía –frente a una minoría que o no quiere o no se pronuncia– pero no votan mayoritariamente a UPL. No ponen la autonomía como prioridad. En este sentido, la UPL ensayó dos mensajes deliberadamente diferenciados: uno para el Congreso, más centrado en la negociación económica, y otro para el senado, más dirigido a la hoja de ruta hacia la autonomía. El centrado en la autonomía funcionó mejor, como se aprecia en las cifras. La negociación económica se da por hecha, si la UPL alcanza representación. Por eso la formación se diferencia mejor del mensaje de candidatos del PP o del PSOE explicando el camino hacia la autonomía.
La opinión pública está en continua transformación. Si la UPL aspira a crecer, tendrá que divulgar la senda hacia la autonomía mediante pedagogía y mensaje. Es el argumento con mejor reconocimiento a la luz de los resultados. La gente vota a un mensaje, no a las personas. La intensidad del mensaje cortoplacista en estas elecciones: Feijóo o Sánchez, llevó el protagonismo. El autonomismo leonés demanda un relato de medio plazo para un voto indubitable: sin el autogobierno leonés faltan 800 millones de euros al año en la provincia de León, gane Sánchez o gane Feijóo. Esa es la clave para que León deje de ir tan mal, aunque España vaya bien. Para León, que Valencia o Madrid crezcan, no resuelve el problema, como ya se comprueba.
Explicar por qué la autonomía es decisiva para salir del declive económico será imprescindible en próximas elecciones. Hay que situar el interés de León por encima de otros reclamos coyunturales. Decidir por sí misma y administrar sus recursos es el objetivo de esta tierra para salir del pozo económico en que ha caído.