El Gobierno Central ya tiene un Ministro de Transportes. Ha resultado ser el exalcalde de Valladolid. Conociendo sus manifestaciones como alcalde, no parece que vaya a ser favorable a los intereses de León. Sin embargo, no es bueno prejuiciar y habrá que comprobar su receptividad.
Los leoneses tenemos un territorio grande, articulado en torno a dos ciudades: León y Ponferrada. Eso no va a cambiar. En función de ello, tampoco cambian nuestras prioridades. La posición de León como rótula del noroeste no se modifica, por más obras que hagan en Valladolid con este ministro. El eje este-oeste, desde Toral de los Vados a Sahagún, sigue siendo la Vertebral Leonesa, que concentra el 80 % de la actividad económica en un espacio lateral de 20 km. La vía de penetración a través de zonas pobladas hacia los puertos de Galicia sigue siendo el corredor a Monforte de Lemos. La comunicación con la zona más poblada del noroeste español, el área central de Asturias, sigue pasando desde León hasta Oviedo.
Además, la comunicación de León y de Ponferrada con Braganza sigue siendo imprescindible para completar el mallado de comunicaciones del noroeste. Y no digamos ya el nexo entre Ponferrada y la costa asturiana. En resumen, las prioridades de León son las mismas, esté el ministro que esté, y hay que explicarlas a cada uno que llegue nuevo al Ministerio.
León necesita interlocutores con visión global para explicar esto en todos los foros. La llave del Ministerio de Transportes en este momento no está en León, si no en Asturias. Es una comunidad gobernada por un socialista –una de las pocas– que puede ser recibido preferentemente en el Ministerio. La llave del desarrollo de Asturias está en León. Asturias terminará por no ser nada si el corredor Oviedo-León no se desarrolla como eje industrial y, a día de hoy, eso está lejos.
Por otra parte, hay que ser radicales en el mensaje sobre Ponferrada. Si se completan los planes para conectar Lugo por AVE con Orense, el ferrocarril veloz del Sil será una entelequia. Los leoneses no podemos admitir el vaciado del Bierzo, tal y como se está trazando en los mapas del Ministerio. Y el interlocutor no es Ponferrada, es León. Ponferrada por sí misma no tiene la proyección para alcanzar un mínimo de relevancia que desencadene las obras reclamadas. O León se implica, o el Bierzo se cae. Y detrás, León se desplomará, desconectada de todos los ejes del desarrollo.
Los primeros días del Ministro son importantes para formar su composición de lugar. Hace falta que alguien le diga lo que hay que decir sobre León. Sea desde León o desde esa Asturias, que va a bajar del millón de habitantes.