Los efectos del cambio climático ponen en situación desfavorable amplias zonas de España para el turismo e, incluso, la residencia. Las temperaturas calurosas y extremas comienzan antes y concluyen más tarde. Los termómetros se mantienen por encima de cuarenta grados por el día y de veinticinco por la noche largas temporadas. En tal situación solo algunos lugares, beneficiados por microclimas más frescos, pueden mantener el atractivo para el viajero en el sur.
Aparecen estudios sobre las zonas beneficiadas por el traslado de turismo y de parte de la población. Entre las condiciones favorables figura la disponibilidad de recursos hídricos y temperaturas aceptables para la vida diaria. La provincia de León, la más montañosa del país, la que más kilómetros de cursos de agua reúne, es uno de esos territorios potencialmente receptores. La provincia de León dispone de un parque inmobiliario vacío, que constituye una ventaja competitiva. La red básica de carreteras es buena en los trayectos troncales, regular en los comarcales y mala en la capilarización hacia los pueblos. Habrá que mejorar en ciertas zonas objetivo.
Sin embargo, hay otros posibles destinos, por lo que solo los territorios con mejores condiciones explotarán esta oportunidad. Las desventajas leonesas son varias y habría que minimizarlas. La falta de cobertura del teléfono móvil y la ausencia de fibra óptica con anchos de banda interesantes en parte de la provincia son obstáculos para constituir una buena oferta hacia visitantes y nuevos pobladores.
Otros dos aspectos son críticos para que un pueblo sea atractivo: el primero es la libre disponibilidad de agua potable y la calidad del saneamiento. Existen pueblos con deficiencias, tanto de agua potable como en la evacuación y depuración de aguas sucias. El suministro puede mejorarse con generadores de agua atmosférica, alimentados con energía solar, algo para lo que León reúne buenas condiciones. La depuración se resolverá cuidando las estaciones, ya construidas.
El segundo aspecto decisivo para captar la atención es la armonía urbana. Nadie quiere ir a pueblos feos, como los que en León menudean. No obstante, la regeneración estética urbana es relativamente sencilla con directrices adecuadas. Muchos pueblos se pueden embellecer con poco esfuerzo.
En lo aquí expuesto la Diputación de León resulta fundamental como actor y como interlocutor ante la Junta. La autonomía dispone de la mayoría de recursos públicos para transformar esta Provincia en un territorio de acogida. Por eso, hasta que llegue la territorialización de los fondos mediante la Autonomía Leonesa, la diputación será fundamental.