El polo energético roblano

El compromiso de erigir en La Robla un complejo de producción de hidrógeno y otro de biomasa resulta excelente para León en conjunto. Pone en valor algunas de nuestras principales herramientas de desarrollo. La provincia dispone de una amplia red de conexiones eléctricas, gracias a la existencia previa de las centrales térmicas e hidroeléctricas, que facilitan la fijación de estos proyectos. Es una ventaja competitiva fundamental para recuperar el lugar de preeminencia en el mapa energético español. Disponer de ese complejo, que dará en conjunto unos cien puestos de trabajo directos, más otros muchos más indirectos, permite reclamar infraestructuras para el control del mapa gasístico en su entorno.

El gasoducto que recorre la Ruta de la Plata pasa por La Robla. Esa es una de las condiciones de que se haya considerado un lugar idóneo. El corredor del Bernesga, donde La Robla está, atraviesa un espacio montañoso que ya presenta las heridas de la industrialización en su medio ambiente. Por ello es la opción lógica para situar espacios industriales, aprovechando las poblaciones de la cuenca minera. Fijar grandes empresas en cualquiera de sus valles laterales, plenos de riqueza natural apenas degradada, sería una barbaridad. Siguiendo ese razonamiento, son los valles del Esla –hasta Crémenes–, del Sil o del Tremor los otros dignos de ser considerados para la implantación industrial, aprovechando zonas degradadas por actividades precedentes.

En el occidente de León, la gran superficie de Compostilla debería ser base para fijar un polo similar. Sin embargo, hay que lograr el compromiso de que el gasoducto –que parte de Villamañán, como ramal de la Ruta de la Plata, para acabar en Ponferrada–, continúe hacia Lugo –capital desconectada de la red nacional– y alcance La Coruña, donde entroncaría con la red primaria por el otro extremo. Ese es un trabajo que Ciuden, cuya utilidad algunos cuestionan, debería desplegar. Si no se consiguiese, la posición de Compostilla quedaría debilitada frente a otras ubicaciones para las generadoras de hidrógeno. Para Ponferrada y para la provincia de León esa conexión galaica es prioritaria. Convertiría a Ponferrada en referencia energética en el nuevo marco y al nudo de Villamañán en nodo de gasoductos de la red primaria.

Se está produciendo un cambio en el modelo productivo, lo que siempre origina oportunidades para resituar a una provincia en un rol más notorio. El cambio de modelo energético impacta aún más en León por nuestra historia reciente. En consecuencia, los ciudadanos de esta tierra pueden definir el papel protagonista que León debería jugar en ese ámbito.