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Corredor Atlántico antileonés

09/03/2023
 Actualizado a 09/03/2023
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El diseño del Corredor Atlántico en el noroeste español consigue el aislamiento de la provincia leonesa. Es evidente que intenta no pasar por su territorio. Resulta insólito que el eje ferroviario principal sea una línea que va de Zamora a Orense, por donde no existe población. La incidencia de ese tramo, donde apenas hay habitantes y empresas, será minúscula. Los diputados y senadores leoneses son corresponsables de este disparate. La Junta de Castilla y León, que informó sobre la red de comunicaciones, tiene también un papel protagonista en este enorme perjuicio económico. Llevar la red de comunicaciones por lugares prácticamente despoblados cuando existe otro corredor, con más de 400.000 habitantes, es una prevaricación descarada.

Para paliarlo, merecería la pena que la Diputación provincial de León, así como los ayuntamientos de León y Ponferrada –los que más recursos pueden dedicar dentro de ese corredor y también los que más tienen que perder en esta coyuntura–, deben movilizar su personal de promoción. Hay que comunicar a empresas de transporte la existencia de la Vertebral Leonesa Sahagún-Toral de los Vados, donde encontrarán lugares idóneos de implantación industrial para continuar con el otros sectores. A pesar de quienes aíslan a León con sus decisiones, existe un ferrocarril adecuado para mercancías hasta Monforte de Lemos; también un aeropuerto, carreteras de alta capacidad en buena parte de su longitud, gasoducto en algunos tramos y enlaces laterales a otros territorios. Hay que dar a conocer esta aglomeración.

Para los españoles nacidos en los ochenta y posteriores, los leoneses hemos sido borrados del mapa. Esas generaciones desconocen que aquí hay cinco veces más población que en Soria, que existen nodos urbanos de cierta importancia y una capacidad industrial todavía notable, comparando con otras provincias de interior. Los leoneses hemos sido invisibilizados, lo seguimos siendo y nuestras herramientas para resolverlo son la Diputación y los dos ayuntamientos mayores, en primera instancia. De la paramera reivindicativa gallega poco se puede esperar. Menos aún de la incalificable Junta de Castilla y León. La colaboración de autoridades asturianas, mediante la redacción de planes conjuntos, podría ayudar a resolver la invisibilidad e indefensión.

Las elecciones municipales de mayo dan la oportunidad para que partidos políticos leoneses incluyan la promoción de la Vertebral Leonesa en sus programas. Es una necesidad que solo desde el ámbito local podremos subsanar por el momento. Es el momento para reflejarlo en la agenda de los aspirantes a alcaldes y presidentes de diputación.
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